José Ochoa/ Opinión/
La FIFA dio a conocer las estadísticas sobre la presencia en redes sociales e internet de la ceremonia del Balón de Oro, la cual se celebró en Zúrich, Suiza, el 13 de enero pasado. Los más de un millón de tuits y 24 millones de vistas en Facebook evidencian la enorme difusión de un evento ligado al balompié pese a no ser un partido en sí.
Es ahí donde se vive una nueva edición de la rivalidad Barcelona-Real Madrid, tal vez la más famosa en el fútbol, que en algunos aficionados origina una falsa dicotomía que sirve para establecer un único parámetro para comparar a jugadores o estilos tácticos, haciendo de menos a otros equipos, estilos de juego o futbolistas. Que le pregunten al galo Franck Ribéry, al quien no le bastaron los cinco trofeos colectivos ganados en la temporada. Cuando Lionel Messi y Cristiano Ronaldo se enfrentan por un premio al Mejor Jugador de FIFA es más que un duelo personal -pese a la incursión de Ribéry-, es también una aislada edición del Clásico lista para verse en todo el mundo.
Los periódicos deportivos en España lo saben.
Y en la necesidad de entregar el Balón de Oro a un jugador de uno de los equipos de las principales ciudades españolas, la estrategia mediática es un factor clave en dicha decisión. No intentaré discutir aquí sobre quién merecía o no el premio, sino cómo los periódicos deportivos ejercen una campaña con tal de favorecer a un equipo afín. En este caso, en el tema del dorado galardón.
Sport y Mundo Deportivo por un lado, As y Marca por el otro, ambos bandos se encargan de la cobertura noticiosa de los equipos de Barcelona y Madrid, respectivamente. Siendo los más laureados el FC Barcelona y el Real Madrid CF, las notas que hacen referencia dichos clubes aparecen en todas las portadas, encabezando las páginas web de cada medio.
Entonces, con la posibilidad de estar al tanto de su equipo preferido, y ahora a través de internet, es inevitable que las dos fuentes sean las más consultadas; en Guatemala, al menos, la facilidad de ser en español, el Sport/Mundo Deportivo y As/Marca son el pan de cada día para saber qué dijo quién y cómo podrían jugar el próximo partido.
El problema es cuando intervienen los inconvenientes del mercado, en un mundo en el que la información es una mercancía y el rigor periodístico, que acosa a una variedad de medios, con acento en los deportivos, que priorizan la polémica con tal de incrementar las visitas, ventas y, cómo no, los productos oficiales de los equipos, un privilegio de comprar algún periódico en específico.
Por supuesto que importa que el Balón de Oro lo gane un jugador del club quien es fuente. Y si dichos periódicos deportivos son los más visitados por los aficionados del clásico ¿cómo no va a ganar Messi y Cristiano si te salen 10 notas de ellos y su club en las portadas digitales?
Esa fascinación trasciende, claro, a inundar de frases que pongan en el mapa a las estrellas del fútbol mundial. Y eso lleva a un juego de columnas de opinión y portadas que, a la larga, recopilan una serie de contradicciones.
En España, al menos, ya se han dado cuenta de ello. El periodista Miguel Gutiérrez en su sitio web realiza una constante crítica a dichos medios y la rencilla que ocurre todo el año, con hincapié en el Balón de Oro. Otra cuenta como @Periodifails_ pone el dedo en los periódicos del país ibérico, aunque disfruta más de los fallos de periodistas y los medios deportivos.
Hay que criticar, sí, al periodismo. Un seguidor del fútbol, como demanda a los equipos que jueguen bien, también está en la responsabilidad de informarse con rigor y calidad. Tanto Sport/Mundo Deportivo como As/Marca ganan en inmediatez, cobertura y difusión. Es válido consultarlos, pero la pluralidad periodística existe y hay medio con la calidad para afinar la apreciación. Ahí está el trabajo del equipo de Marti Perarnau, las crónicas de El País, la cobertura radial de Cadena Ser y Onda Cero, y las narrativas e historia en Líbero y Revista Panenka.