Por: Cris Figueroa
A veces me pregunto,
¿Qué tan parecidos seremos con los árboles?
si nuestra perfección,
¿Es hermosa como la de ellos?
con sus grietas,
sus insectos
y sus hojas secas
que caen despacio.
No hay nada más refrescante que un árbol secándose después de la lluvia.
Quizá,
viéndolo así,
sí somos perfectos.