Rosa María Turcios /Corresponsal /

Vivimos en una sociedad donde todo lo que el ser humano realiza  se clasifica  como  bueno o malo.  Llegar virgen al matrimonio, obedecer en todo a tus padres, no tener vicios o saber de memoria los 10 mandamientos, definitivamente son acciones buenas del ser humano.  Consumir alcohol y drogas, tener sexo sin medida,  no ir a la iglesia y no casarte con la persona indicada, son acciones catalogadas como malas. ¿Pero quien realmente sabe qué es bueno en esta vida? ¿Existe una verdad  absoluta?

Los seres humanos quieren que el universo conspire alrededor de ellos y que todo marche de maravilla haciendo lo que les gusta; lamentablemente seguimos los lineamientos que nuestros padres nos dan y aquellos que la sociedad nos dicta a que realicemos ante aquello que es “correcto”.  Las religiones, los gustos, los grupos étnicos marcan diferencias entre las personas; marcas invisibles, pero finalmente marcas.  Entonces, ¿por qué rechaza la sociedad a las personas que deciden plasmar elementos diversos en su cuerpo, a quienes deciden “marcarlo”? Los tatuajes o marcas de caballo, como solían llamarlo las abuelitas, causan rechazo hacia las personas que lo cargan.  Rechazo dentro de su círculo familiar y social, así como limitaciones al buscar empleo o entablar relaciones con un desconocido.

¿Serán los tatuajes el nuevo fenómeno de la sociedad?  En el año  1991 el ser humano encontró a Ötzi, mejor conocido como “El hombre del hielo”.  Una momia neolítica dentro de un glaciar de los Alpes Austro-Italiano con 57 tatuajes en la espalda. El autor Cate Lineberry señala que  al cadáver se le calcula aproximadamente 5.200 años de antigüedad.  Al parecer, los tatuajes no son tan nuevos como se cree.

La palabra tátau significa golpear y pigmentar el tono de la piel.  El término  «tattoo», o castellanizado «tatú» o «tatuaje» se ha popularizado en las últimas décadas.  Sin embargo, su significado y su historia es distinto de acuerdo al lugar y país en que se realiza:

Polinesia

Se utilizaba  como ornamentación corporal en diferentes tribus. Los tatuajes se realizaban a temprana edad hasta llegar a ancianos, quienes tenían todo el cuerpo tatuado. Las tribus rendían más respeto a la persona que contara con más tatuajes en la piel. En Polinesia el tatuaje era símbolo de identificación familiar, tribal y se acentuaba el marcaje de cada paso por la vida como la adolescencia y la madurez.

Egipto:

En tiempos remotos, quienes realizaban los tatuajes para hacer valer la valentía ante tribus o sociedad eran las mujeres. Los hombres también tatuaban a sus esposas para diferenciarlas de la gente y hacer saber que eran de su propiedad.

América

Los indígenas de América del Norte se realizaban los tatuajes a manera de hacer saber que estaban pasando de la pubertad hacia la madurez, con el fin de proteger su alma, algo como decir “el bautizo”.  Se utiliza el tatuaje como una forma de adorar a sus dioses.

Lejano oriente

En Japón se utilizó el tatuaje para marcar a los delincuentes; era una marca distintiva de rechazo ante la sociedad. No obstante, en el año 1842 el emperador Matsuhito decidió prohibir la práctica del tatuaje, debido a que el país  se abriría  al mercado mundial.

En Guatemala

En siglo pasados, lo más cercano a los tatuajes eran aquellos que las personas realizaban a su ganado.  Al transcurrir  los años, el tatuaje en cuerpos inició a cobrar fuerza, especialmente dentro de grupos de jóvenes pandilleros, quienes los realizaban para marcar territorios, nombres de las pandillas a las que pertenecían o bien familiares que  otros grupos delincuenciales les habían quitado la vida.  Sin embargo, la razón principal detrás de un tatuaje es la identidad.  El aumento de la violencia y de grupos pandilleros en el país, reforzó el prejuicio que un tatuaje era sinónimo de pandilla.

Sin embargo, actualmente hay muchos jóvenes que se realizan tatuajes por simple diversión, amor al arte corporal o para intentar recordar buenos o malos momentos de nuestra vida (de nuevo, identidad).  Vivimos en una sociedad de mente cerrada, de “no a los tatuajes.”  Esto impide entrar libremente a un centro comercial  sin sentir las miradas hacia nosotros, especialmente cuando los tatuajes son visibles en partes sensibles del cuerpo.  Encontrar un trabajo, también puede ser difícil.

¿Será casualidad que en nuestro país la mayoría de tatuajes se realicen en partes del cuerpo que la ropa puede “ocultar”?

No importa la clase social o grupo al cual pertenezcamos; simplemente hay personas que deciden portar un tatuaje y son felices.  Tenemos altas capacidades cognitivas, sociales y liderazgo; un tatuaje no te dice nada sobre nuestras habilidades.   Lo que sí te puede decir alguien que porta un tatuaje, es que es una persona que ha decidido enfrentar la vida sin temor al rechazo.

Si bien dicen “cada cabeza es un mundo” entonces… ¿Por qué nos metemos en el mundo de los demás? ¿Son felices o infelices? ¿Que significado tiene  su tatuaje? Creo que cada uno posee su punto de vista y lo debemos respetar.  Me molesta cuando los noticieros y medios escritos hacen alusión al asesinato de una persona, haciendo referencia que “posee tatuajes”, presumiendo que es pandillero.  Una marca  de  pigmentación en el cuerpo distinta a los demás no te hace necesariamente una persona distinta; simplemente sos vos, tus creencias, pensamientos e ilusiones transformativas.

Me gusta defender mis ideas y capacidades, sin importar si tengo un tatuaje o no. Pienso en lo que podemos y no podemos hacer, o en lo que queremos y por miedo al que dirán  nunca lo hacemos.  Te pregunto: ¿A vos te gustan los tatuajes? ¿Te pondrías uno sin temor? ¿Estarías seguro de hacértelo? ¿Marca tu originalidad o tiene algún sentido en tu vida el colocarte un tatuaje?  ¿Y si te lo haces que podría pasar?

¿Sos distinto con o sin tatuaje? …

 

Fotografía tomada de: http://www.rounds.com/blog/worlds-ridiculous-tattoos/

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