Transicion2

Brújula/

Todos en la vida tenemos etapas de transición, ese estado intermedio entre una época antigua y una que está por venir. Las transiciones surgen muchas veces en momentos inesperados, y por ello, requieren de esfuerzos adicionales, reacomodos y nuevas formas de afrontar el futuro inmediato.  Las transiciones no son del todo agradables; siempre rondan las incertidumbres y temores por lo que vendrá.

Guatemala como país también se encuentra atravesando una etapa de transición durante este 2015, después de una serie de acontecimientos políticos que dejaron fuera de las esferas del poder público, a un presidente y vicepresidenta del país acusados de fuertes actos de corrupción y desfalco al erario público. La transición empezó con la designación del nuevo presidente del país, Alejandro Maldonado y el equipo de funcionarios y técnicos que se adentraron a las secretarias, ministerios y otras entidades públicas.

Quienes han tenido la oportunidad de estar cercano a los procesos iniciados por los equipos de transición, han podido constatar que muchos de estos han presentado altos niveles de capacidad y especialmente voluntad política para dejar finalizados procesos o iniciados otros que llevan al fortalecimiento institucional.

La prueba principal estará en enero de 2016, cuando asuma la presidencia Jimmy Morales y el nuevo gabinete de gobierno deba continuar y trabajar a la altura de lo que muchos equipos de transición han demostrado se puede realizar en pocos meses. 

Sin embargo, no todas las transiciones parecieran ser las mejores. En los últimos días, la noticia del cierre de espacios de opinión en un medio de comunicación nacional ha estado en la boca de muchos. Columnistas como Magalí Rey Rosa, Francisca Gómez Grijalva, Haroldo Shetemul, Máximo Ba Tiul, Samuel Pérez y Franco Martínez Montt han recibido la noticia del cierre de sus espacios. Seguramente algunos cambios se están previendo en el medio de comunicación y por ende, el cierre de los espacios puede responder a una etapa de transición ante nuevos próximos columnistas y espacios de opinión.

A pesar que abrir espacios para nuevas voces seguramente será positivo, cerrar espacios de opinión de académicos y profesionales que en alguna medida comparten visiones de país o líneas de pensamiento similar, puede poner en duda el principio básico de libertad de expresión de un medio de comunicación. Garantizar la pluralidad de ideas es indispensable para la promoción de pensamiento crítico en una ciudadanía tan necesitada de este, ciudadanía que necesita ser crítica ante el momento político crucial que está atravesando Guatemala, especialmente frente a un nuevo gobierno. Los medios de comunicación somos un actor indispensable en la construcción y fortalecimiento de ciudadanos informados, responsables y participativos, y esto únicamente se logrará garantizando calidad en la información y pluralidad de criterios y opiniones.

Así, mientras la vida transcurre entre etapas de transición, es importante aprender a reconocer aquellas que pueden vulnerar los nuevos tiempos y momentos.  Frente a un nuevo gobierno, las transiciones empiezan a suceder en diferentes lugares y espacios.  Los equipos de transición han realizado en general un buen trabajo frente a las funciones públicas que les competen, y será responsabilidad de los ciudadanos mantenerse atento ante los nuevos funcionarios que asumirán próximamente. Así como también será responsabilidad de la ciudadanía guatemalteca apoyar a que se garanticen espacios plurales en los diferentes medios de comunicación del país, que permitan acceder a diversidad de ideas y opiniones para la formación de criterios. Los medios de comunicación tenemos una alta responsabilidad frente a la sociedad guatemalteca; exigirnos mejoras y calidad también es un derecho ganado de los ciudadanos.

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