Por: Karla Cal

Deber…

Debería,

escuchar el diluvio desde otra mente cual gotas…

Gotas de sangre cayendo

desde lo alto

donde moran

los ángeles.

Tiempos,

de observar

mentiras escritas  en rostros

arbóreos;

páginas

con letras de sangre, sangre de letras.

Eternidades,

existiendo deseos  de escapar,

salir sigilosamente  de este mundo  a través de brazos…

Los brazos

mecedores

del mar.

Tejer,

una realidad

artificial.

Soñar,

lo estelar

de una muerte  demencial.

Dejar,

de existir

en el interior  del atisbo

de una emoción…

Emoción,

derramada

a través

de cada manto  hilado.

Cabellos,

entretejidos,

sucios,

lacios,

de tonos

media noche,

rojizos

de color infernal

mientras

extremidades

luminosas

se refractan

por toda esa cascada  de oscuridad.

Beber,

el polen

de las flores

y luego llorar

lágrimas de miel.

Lamer,

los dedos largos del sol,

y sentir

como el iris

cambia de color.

Nadar,

en arterias…

Arterias de riachuelo, con venas

al descubierto,

mezclando la sangre  con el flujo marino…

Flujo sanguíneo

de la tierra.

Caer,

desde un acantilado y comprobar

que una humanidad no puede volar.

Usar,

la feminidad

un disfraz

de testículos

y sentirse persona en este circo.

Probar,

el aceite del cuerpo y saborear

el secreto

del viento.

Vestir,

pieles,

humanas.

Salir,

a pescar con carnada  al descubierto,

cuerpo,

desnudo.

Y cortar,

al hábito

una vara de Alicante.

Caminar,

como ser alado,

emplumado.

Bifurcar,

la soga consagrada, ahora prohibida.

Arrullar,

las fantasías

como recién nacidos  abriendo párpados.

Respirar,

perfumes

de rebeldía,

olores

de medio día.

Blasfemar,

en contra de patriarcas  que rapiñan

y asesinan

como ratas furtivas.  Ser,

sombras vagabundas con vistas fanales alumbrando

al nocturno claro.

Convertir,

cuerpos

en Almas…

Almas empedernidas, locamente enamoradas de su mente

aún conmocionada. Deber…

Debería

hacer todo…

Todo lo que pudiera si no estuviera atada…

Atada a un dosel

ornamento

del trono

de mi rey

que rige la vida…

La vida

que hoy

me ha tocado

sufrir.

Aún así,

lo he hecho todo… Todo en la mente.

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