Flavio César Nuñez /Agrupación Humanística de Estudiantes Líderes /
Es triste ver la situación actual de Guatemala respecto a la política, y más aún saber que tiene efectos secundarios. Esta afecta totalmente a la sociedad guatemalteca, me cuestiono entonces, ¿cómo es posible que cada cuatro años los candidatos engañen a las personas con las promesas que se ausentan de cumplir? Podemos observarlo claramente en este gobierno, el del señor Perez Molina, quien se encuentra en cuenta regresiva para terminar su mandato y no se ven cambios ni resultados.
Como guatemaltecos deberíamos preguntarnos ¿Que ha hecho él en beneficio a mi sociedad, a mi país, a mi familia y más que todo a mi persona?
Rara vez se observa a una patrulla de la PNC rondando por las calles, ya que tienen derecho a unos tres o cuatro galones de gasolina diarios. Además, en los hospitales públicos no se cuenta con el medicamento y material quirúrgico necesario, la consulta externa se mantiene cerrada en consecuencia a esto. Pero esto no se queda aquí, las cárceles del país están saturadas debido al poco espacio con el que se cuenta. Todo eso se debe, según se explica, a que no existe presupuesto para tales cosas; sin embargo, si existe financiamiento para la publicidad radial y televisiva del presidente, para los viajes costosos que los funcionarios realizan y demás (viajes que no tienen beneficio para el país).
Pero no hay que culpar solamente al gobierno, nosotros como ciudadanos, ¿qué hemos hecho para ayudar a nuestro país? Juzgamos que tenemos mucha violencia en el país pero somos los primeros en provocarla, decimos muchas veces que el gobierno no ayuda a los pobres y que tenemos problemas de desnutrición pero nosotros hacemos gastos innecesarios. Y por si fuera poco, no hay educación en el país pero ¿cuántos de nosotros hemos enseñado a una persona a leer o a escribir?
El problema de Guatemala va mas allá de una simple mal ejecución del gobierno. Los guatemaltecos tenemos muchos problemas psicológicos, problemas que vienen desde nuestros antepasados; tomemos como ejemplo el conflicto armado interno, este provoco muchas muertes y su efecto fue sembrar terror en la población. A pesar de esto, ya estamos acostumbrados a escuchar sobre noticias de muerte y demás cosas violentas, nuestro consiente lo apropió como algo normal y cotidiano.
Guatemala necesita de nosotros, necesita de personas que no tengamos intereses económicos o de otra índole, sino interés por ayudar a los demás.
Ya es tiempo de ir botando los estereotipos y empezar a ver una nación que quiere que su país sea un país de primer mundo. Yo sueño con ese país y lucharé para que así sea.