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María del Mar Leal / Brújula /

En mi entrega anterior, ¿Sos indiferente y conformista?, me había planteado la pregunta: ¿Qué hacemos nosotros para participar individual o colectivamente? Tal vez muchos, al igual que yo, nos hayamos hecho esa pregunta, sin obtener una respuesta concreta o incluso, sin saber exactamente por dónde comenzar.

Sin embargo, sí existen, y son varias. Una de las maneras en las que podemos participar e incidir colectivamente es la llamada auditoría social.  La auditoría social proviene de la palabra oyente, alguien que recoge pruebas para verificar si se está cumpliendo con la labor confiada a un funcionario o institución pública. Es un conjunto de mecanismos de control por el que los ciudadanos ejercen corresponsabilidad participando en el control de las instituciones; dicho control se lleva a cabo en diferentes momentos hasta llegar a la denuncia pública. Para comenzar la auditoría necesitamos definir el objeto de la misma, es decir un aspecto puntual sobre el cuál ejerceremos control y observaremos. Podemos comenzar por hacernos las preguntas: ¿Qué quiero observar?, ¿Qué quiero controlar?, ¿Qué quiero analizar?

Si somos jóvenes informados, sabremos lo que deseamos observar y auditar: un mal proceso de compra en la refacción escolar de una escuela, la empresa constructora del nuevo puente que empieza a presentar daños en una comunidad, la planilla de asesores del Congreso de la República, etcétera.   Sin embargo, debemos estar conscientes que la auditoría social como ejercicio ciudadano no sanciona. Al no hacerlo, lo que se espera es que las personas que estén controlando se avoquen a los entes que son fiscalizadores y que sí tienen la autoridad para sancionar al momento de encontrar algún acto ilícito. Por ejemplo, el Ministerio Público, es un ente fiscalizador que puede sancionar, y el Tribunal Supremo Electoral es un entre controlador y fiscalizador, cumpliendo ambas funciones por ser un ente jurisdiccional.

Independientemente de si el ente sancionador lleva a cabo su trabajo o no, debemos organizarnos como sociedad y buscar maneras de continuar observando y medios para seguir controlando procesos, la incidencia y presión que nosotros ejerzamos puede hacer el cambio.

Organizaciones como Movimiento Pro Justicia, el cual es un espacio para la participación ciudadana en donde se unen tres organizaciones de la sociedad civil que luchan contra la impunidad en Guatemala y se dedican a auditar a instituciones o autoridades, con la finalidad de hacer los procesos de una manera transparente, son ejemplo de organizaciones que realizan auditoría social.  Sin embargo, para realizar este ejercicio ciudadano no es imprescindible estar dentro de una organización, esta la podemos realizar también de forma individual.

La finalidad de auditar no es únicamente controlar un proceso de una sola vez, sino también la monitorización, seguimiento y continua evaluación cuantitativa y cualitativa de un proceso, buscando que se haga transparente en cuanto a decisiones y seguimiento de la ley. Esto permite a la sociedad civil evaluar la eficacia, eficiencia y el comportamiento ético de las instituciones en la gestión del Estado (administración de recursos).

Seguramente puedan estar pensando: ¿qué procesos puedo auditar?

Uno de los procesos que pueden controlarse es el de comisiones de postulación. Últimamente hemos visto cómo la ley es esquivada y estas se llevan a cabo a través del tráfico de influencias.  Para evitar justamente esto podemos controlar el proceso, a través del acceso a la información. Gracias a la Ley de Acceso a la Información toda la información que surja de x o y proceso debe ser pública, siendo esta una herramienta excepcional para todos los ciudadanos que no debemos desperdiciar.  Ya tenemos las herramientas y los medios para involucrarnos en los procesos del país. Si nos están dando toda la información a disposición nuestra, ¿por qué no verla, analizarla y hacer algo al respecto?

Ya no seamos únicamente observadores de todo lo que pasa, comencemos a involucrarnos. No seamos indiferentes hacia las situaciones coyunturales del país, que de alguna u otra manera nos conciernen. Y nos conciernen a todos los guatemaltecos.

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