El pasado miércoles 2 de junio, desde Revista Digital Brújula, a través de nuestra cuenta de Twitter, tuvimos un conversatorio en el que se discutió el contexto actual de la vacunación. Dentro de este Twitter Spaces, se obtuvo la participación de ocho de nuestros columnistas y treinta participantes aproximadamente.

El espacio tenía como objetivo, conocer la opinión de los jóvenes respecto a la actual situación del Plan Nacional de Vacunación contra el COVID-19. En primera instancia, y de forma general, se percibe desconcierto de los jóvenes hacia el gobierno, por la dudosa aplicación del plan de vacunación. Algunos viven con adultos mayores y no tienen certeza que se concrete el esquema completo de inmunización a sus familiares.

Por otra parte, , ha sido recurrente que guatemaltecos entre 20 y 40 años[1], viajen a EE.UU., como principal destino para vacunarse.

Lo anterior cuestiona si viajar fuera del país a vacunarse es un derecho o un privilegio Si los derechos son el conjunto de prerrogativas sustentadas en la dignidad humana, cuya realización efectiva resulta indispensable para el desarrollo integral de la persona (CNDH, 2018), en tanto que el privilegio se puede entender como una ventaja exclusiva o especial que goza alguien por concesión o por determinada circunstancia (RAE, 1.), entonces cómo lo definimos?

A a la fecha, únicamente 88 908 personas han recibido el esquema completo de vacuna, sumado a ello), la comunicación hacia la población guatemalteca ha sido poco efectiva y la gestión para la adquisición de vacunas ha generado dudas. Todas estas deficiencias, así como las constantes declaraciones del presidente, responsabilizando a la población de las mismas, han provocado que muchas personas viajen a (que tiene los recursos y la capacidad financiera) vacunarse fuera del país. Pues se percibe que el gobierno no asumirá su responsabilidad.

En un país con un porcentaje de 60 % de pobreza en su población (según el Índice de Pobreza Multidimensional); con más de 2.3 millones de personas con analfabetización [2] y altos índices de desnutrición infantil (49.8 % de los niños en Guatemala sufren de desnutrición crónica)[3], es inaceptable que el acceso a la vacunación sea pensado para “algunos pocos”.

Por lo que cuestionarnos si salir del país a buscar las vacunas es un derecho o privilegio, queda en un segundo plano, lo relevante es que se asegure el acceso equitativo, asequible, oportuno y universal de todos los países a las vacunas para hacer frente a la pandemia de enfermedad por coronavirus (COVID-19) (CDH, UN, marzo 2021).

¿Cuál es nuestro rol como jóvenes?

Al finalizar el Twitter Spaces del pasado miércoles 02 de junio, rescatamos aspectos que debemos tener en cuenta en el contexto que se encuentra Guatemala:

  • Dar seguimiento y analizar la información sobre el desarrollo del plan de vacunación desde las fuentes oficiales y de organizaciones especializadas.
  • Contribuir desde nuestros espacios a trasladar información y apoyar iniciativas que contribuyan a garantizar el acceso a la vacunación a toda la población, especialmente la que se encuentra en condiciones de exclusión.
  • Garantizar el derecho a la inmunización es una obligación del Estado, y no debemos dejar de exigirlo.
  • La responsabilidad social es fundamental, en la situación actual que se encuentra Guatemala, por lo que contribuir a comunicar la importancia de reforzar las medidas de bioseguridad es imperativo.

 

Información:

Agencia Ocote

Índice de Pobreza Multidimensional

Ministerio de Salud Pública y Asistencia Social

UNESCO

UNICEF

[1]https://www.agenciaocote.com/blog/2021/06/01/el-ministerio-de-salud-no-registra-quienes-se-vacunan-fuera-de-guatemala/

[2] https://es.unesco.org/news/alfabetizacion-y-pandemia-renovacion-compromiso-colaboracion-unesco-y-conalfa-que-educacion

[3] https://www.unicef.es/noticia/desnutricion-en-guatemala

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