Beto-Marzo

José Alberto Barrera / Opinión /

Bueno, esta vez sí me costó encontrar algún espacio positivo que valiera la pena resaltar. Es completamente válido, luego de que nos bombardeen con noticias como el granadazo fuera del Hospital General, la campaña anticipada, la poca independencia judicial, la solución mágica para la limpieza del Lago de Atitlán, el uso abusivo de bienes del Estado en campaña partidaria y muchos más. Todo esto en menos de un mes.

Nombre, mejor demos un respiro.

Existen muchas formas de percibir los sucesos diarios. Creo que el éxito para ser una persona activa y propositiva se encuentra en definir filtros que nos permitan estructurar un pensamiento más incluyente y provechoso para la sociedad para que, de esa forma, percibamos la realidad como un reto y no como una condena. Me atrevería a proponer en unas cuantas líneas una forma que, por lo menos a mí, me ha servido para optimizar mi percepción de la realidad y no dejarme vencer por las constantes desilusiones.

Primero, separar los hechos que ocurren de forma maquinaria y constante, de mis juicios de valor hacia los mismos. La gran mayoría de sucesos son sólo el producto de la actividad diaria de miles de personas, ¿cómo podría atreverme a encerrar todo este procedimiento en una idea tan limitada como lo es mi percepción del mismo?

Alejarse un buen rato y esperar a ser independiente de lo que sucede alrededor es un muy buen punto de partida, las situaciones sólo ocurren y nosotros  las vemos como simples espectadores.

Es en este punto en el que las posibilidades se multiplican, pues no me sujeto únicamente a lo que pienso, sino a las miles de alternativas que sólo la imaginación puede limitar. Es en este punto en el que conectamos con otras personas y otras realidades, con el otro lado de la moneda, acá es donde podemos disfrutar de lo que es una experiencia colectiva y ejercitar nuestra empatía y tolerancia.

Regreso al punto de partida y soy consciente de mi poderoso pero limitado campo de acción y expongo mis conclusiones.

Este pequeño proceso de introspección es muy provechoso para no bajar los hombros y dejarnos desmoralizar por los constantes ataques a la esperanza por un país mejor. Hay un par de gérmenes que día a día le sustraen la fuerza vital a Guatemala y la hace parecer un lugar inhóspito para la vida digna. Alguno de estos son: el hambre, la corrupción, la violencia y la desigualdad.

La desigualdad es un tema que aplica en casi todas nuestras relaciones interpersonales, es también un tema que, en mayor o menor medida, nos interesa a todos.

La desigualdad ocurre en el país todos los días. Y sucede que, como nos interesa a todos, cada uno tenemos algo que decir al respecto. Antes de pensar en las múltiples corrientes que abordan el tema, vale la pena detenernos un rato y ver como es la desigualdad:

Esto sucede aquí y ahora por muchos factores que así lo determinaron y sucede antes de que nosotros emitamos algún juicio de valor.

Me alejo de mi percepción y me conecto con más personas, tantas como mi propia imaginación y experiencia me lo permitan.

En Guatemala hay de todo y casi que cada persona tiene su propia lucha y su propio discurso. Para mí experimentar situaciones como esta desde una óptica eminentemente colectiva es muy provechoso pues me permite esforzarme por ser más incluyente y sensato en mis pensamientos y, por ende, en mis acciones.

A partir de estos hechos -aislados de nuestra percepción- surgen muchísimas propuestas de personas afectadas por los mismos, la cual será responsabilidad de quienes tienen el poder de decisión sobre aquellas que sean de mayor provecho para el país.

Probablemente en otra oportunidad le entremos de lleno a la desigualdad. Lo que es cierto es que para abordar y debatir sobre un problema que nos incumbe a todos y proponer soluciones para el mismo, vale la pena tomar en cuenta prácticas que fomentan el pensamiento colectivo.

Muchos pensadores de gran peso (Martin Luther King, Juan Pablo II, Einstein, El Che, Mahatma Gandhi y hasta el rey del pop) han concluido en que, para ofrecer a la sociedad un cambio significativo en la historia que se escribe día a día, es necesario empezar configurándose a uno mismo para pensar proactivamente y llevar a cabo acciones positivas que nutran el espíritu y satisfagan nuestro deseo de verdad, justicia y amor.

Esta fue mi propuesta, espero les sirva y se animen a ponerla en práctica.

Recomendación final: Frequency de Jahcoustix. No nos encontramos conectados por el único hecho de compartir un espacio y tiempo. Nos conectamos por las ganas de vivir dignamente, satisfacer nuestro espíritu y luchar por las nobles causas que nos permitan vivir en sociedad.

Además de ese rolón, y por haber mencionado un poco sobre el tema, les recomiendo escuchar esta edición del programa Temas y Debates de Radio Infinita. Quique Godoy y Samuel Pérez abordan el tema de la desigualdad desde un análisis muy crítico y práctico, aplicado a la realidad de los guatemaltecos. El tema inicia más o menos al minuto treinta, recomendadísimo!

El #VibraPositiva se lo debo a Señor Juan por este rolón, puro talento chapín!

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