Ovidio-Febrero

Ovidio Parra / Colaboración /

Este ha sido un aspecto que siempre me ha llamado la atención, puesto que para algunas personas esta manera de votar no representa una razonada forma de ejercer “ciudadanía” (mínima).

Para comenzar me gustaría indicar que hace aproximadamente 8 años, yo señalaba que debíamos votar nulo o abstenernos de votar como una manera de mostrar –moralmente- nuestro rechazo a los poco o nada representativos partidos electoreros y a nadie le parecía lógico. Hace 4 años, más personas que conozco compartían esa forma de expresar nuestro rechazo.  No pretendo ser ejemplo, pues esto pasó con el pequeño grupo de personas con las que me relaciono con cierta frecuencia; sin embargo, lo interesante es mostrar cómo vemos cada vez más con mayor repudio a la clase política, sin importar el nivel de conocimiento que se tenga sobre el tema electoral, la respuesta generalmente apunta al rechazo.

Hace poco mientras tuiteaba, estuve interactuando con otros usuarios sobre si el camino para este año electoral es votar nulo o en blanco; las respuestas variaron en primera o segunda vuelta y la conclusión llegó a ser que el voto nulo debería mostrar de mejor manera el rechazo que tenemos hacia nuestros partidos electoreros.

Si bien en la Ley Electoral y de Partidos Políticos no hay disposiciones en cuanto a la validez del voto nulo, en blanco o abstenerse, estos pueden mostrar el rechazo ciudadano ante la carencia de propuestas electorales (realistas), votar porque no quede el otro (cualquiera sea el motivo) o bien simple desinterés en los procesos políticos de nuestro país, sobre este último si no vota no se queje, así que recomiendo no abstenerse.

Retomando el tema tuitero, considero importante resaltar que votar nulo es bastante razonable, primero porque al menos se tiene un interés en conocer el acontecer electoral, podrán haber personas que leen las propuestas de campaña o personas que ideológicamente no encuentran el partido adecuado que les sea representativo.

El voto nulo también debería mostrar la falta de políticas públicas de cualquier gobierno de turno, razón para no votar nuevamente por los mismos y porque además pareciera que ningún otro partido vaya a realizar un cambio de fondo para enderezar a este país que no muestra avances significativos en cualquiera de sus obligaciones.

El voto en blanco a diferencia del nulo, si bien puede mostrar rechazo, en general también es símbolo de desinterés y/o desconocimiento de las propuestas, es simplemente una indecisión, algo similar a votar por el “menos peor”, así que el voto en blanco tal cual color -que no representa nada- es un reflejo de que acudimos a votar solo porque sí.

Así pues, el voto nulo es razonado.

Sigue siendo inválido para nuestro sistema de elección, pero debería de mostrar nuestro rechazo ante la incapacidad partidista y luego gubernativa de mostrar una mínima brecha en dónde la política realmente alcance a la ciudadanía y sea representativa.

Ojalá apareciera un partido electoral, con un candidato/a que nos haga creer de nuevo en la representatividad, si eso sucede debemos estar atentos al cumplimiento de sus obligaciones. Claro que esta es una forma mínima de ver las cosas, pero de lo contrario mi voto –aunque sea secreto- será nulo. Esta nota tampoco es un llamado al voto nulo, cada quien tendrá su mejor opción para marcar la “X”.

 Imagen

Compartir