burbuja

Carlos Iván Cobos / Opinión /

Hoy en día, hay varias cosas por las que muchas personas se sienten incómodas, por las situaciones que les ocurren, problemas en casa, problemas económicos, problemas laborales, problemas sentimentales o los tan afanados problemas políticos de nuestro país.

Pero es porque no se atreven a dejar de lado todas esas dificultades y dar un gran salto a un nuevo mundo, a uno extraordinario, fuera de lo común, algo inexplicable a nuestros sentidos y sensaciones.

Es importante reconocer que en nuestra línea de vida estamos en el presente porque el pasado lo hemos dejado atrás, pero hay una gran incógnita de qué sucederá en nuestro futuro y muchos de nosotros tenemos miedo de lo que nos pueda suceder. Cuando empezamos a caminar e iniciamos a pronunciar nuestras primeras palabras, nos enseñan un sinfín de cosas, pero no nos enseñan a confiar en nosotros mismos y saber qué es lo que queremos. Nos dicen muchas frases que a la larga ya son bastantes comunes: “hijo, tienes que trabajar duro para alcanzar algo” “sacrificarse” “acepta tu destino” o algo como que soñar despierto es una pérdida de tiempo. Todas estas son cosas que inventan para que uno no logre alcanzar sus metas, pero lo dicen porque ellos tampoco pudieron alcanzarlas, solo tratarán de interrumpir tus metas.

Es por eso que es necesario salir de nuestra zona de confort, que es entendida como el entorno en donde nos desenvolvemos como lo son.  Algunas zonas de confort podrías ser el tráfico de todos los días a la hora acostumbrada, aguantar los regaños de nuestros jefes en el ámbito laborar, estar bien o pelear con la pareja; o estar inmersos en la corrupción y estar vulnerables a sufrir algún tipo de violencia.

Cada uno de los puntos mencionados, incluso nuestros hábitos, lo que pensamos y nuestras acciones, ya sea para bien o para mal, todo eso es nuestra zona de confort porque es lo que conocemos desde siempre.

La mano derecha de la zona de confort es nuestra zona de aprendizaje, siendo aquello cuando conocemos gente nueva, viajamos, aprendemos nuevos idiomas, nuevas materias, etcétera.

Y es ahí donde muchas personas tienen temor, al mantenerse únicamente en su zona de confort no se atreven a dar el salto por el éxito. Temen a fracasar, pero lejos del miedo es precisamente en esa zona de aprendizaje donde vienen nuestros errores para que en el futuro no lo volvamos a cometer, no podemos tener miedo a algo sin siquiera haberlo intentarlo y probar como nos va. Es por eso que muchos piensan que al salir de la zona de aprendizaje no puedan dar vuelta a la página y por ende su zona de confort desaparecerá, pero es totalmente falso, el cambio no es perder lo que uno tenía, sino que es un desarrollo personal. Muchos cometemos el error de tener miedo a perder lo que tenemos o en última instancia, tener miedo a perder lo que somos, por eso es importante tener estabilidad emocional y proactiva, una lucha entre nuestros miedos y nuestra motivación y que nos podría ganar el ring, el miedo al qué dirán, a hacer el ridículo o al fallar, versus tener más tiempo para la familia, con los hijos… etcétera. ¿Y cómo se logra? Pues con una sola palabra podemos responder a esta interrogante: creer, creer en nosotros mismos, recordemos que nosotros mismos somos los protagonistas de nuestras vidas, no hay que dejar que otros decidan por nosotros porque se convertirá en una monotonía.

Salir de nuestra zona de confort no será fácil, es necesario proponernos una meta, preguntarnos: ¿quién soy yo ante mis problemas y debilidades?, hay que buscar un qué, que nos motive a dar pasos de gigante para alcanzar nuestro propósito, aquí sentiremos un vaivén entre lo que queremos, lo que no y lo que nos hace falta, será como un sube y baja de emociones. Es precisamente ahí en donde se comparan los puntos de inicio en relación a las acciones anteriores y encajan las preguntas del para qué y el porqué quiero alcanzar mis sueños, en el momento en el que tengamos la respuesta a nuestras inquietudes y confiemos en nosotros mismos es donde saldremos de nuestra zona de confort.

Hace unos meces me metí a un sistema único, un sistema en el que permite a cada uno de sus socios alcanzar sus metas y sus sueños a través del aprendizaje constante y perseverante, y como decía W Clement Stone en su libro “El sistema que nunca falla para alcanzar el éxito” hay que actuar, actuar y actuar para alcanzar la acción de perseguir nuestros sueños y aprender a no desistir.

Imagen

Compartir