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Mariano Santizo/ Corresponsal/ Opinión/

Aprovecho este espacio para dar mi punto de vista respecto a un personaje carismático, famoso por su “importante” trayectoria como periodista de profesión, pero que a título personal puedo opinar que le falta un poco de humildad y ética, porque lo que definitivamente le sobra es falta de profesionalismo y mucho talento para expresar sus opiniones.

David Moshé Faitelson Pulido, simplemente conocido en el gremio periodístico como David Faitelson (nacido el 8 de noviembre de 1971 en Ascalón, Israel), es un reconocido periodista mexicano de 42 años de edad, ha trabajado en programas deportivos respetados en México, ha cubierto mundiales de fútbol (debutó en TV Azteca, dando cobertura  al  mundial de México 1986), juegos olímpicos y todo lo relacionado al periodismo deportivo. Es famoso por su forma apasionada en presentar notas, además de ser directo e incluso ofensivo al presentar sus puntos de vista, muchos de ellos sin tener fundamento. Simplemente lanza opiniones, las cuales muchas veces van cargadas de explosividad y dramatismo, glorificando a propios y marginando a extraños.

Todos en algún momento hemos escuchado el nombre de David (aquellos que somos seguidores del fútbol y del deporte en general), ya que actualmente labora para la cadena internacional ESPN DEPORTES y es conocido por su particular forma de menospreciar a todos los que no sean mexicanos -por supuesto que todo esto lo digo en términos deportivos-, en especial a los centroamericanos.

Cada vez que existe un duelo entre mexicanos y centroamericanos, David sale de su cueva con la espada desenvainada y empieza a atacar, sin que le importe un poco la trascendencia de sus comentarios.

Por supuesto, David no ataca únicamente a todos los que estén afuera de la frontera mexicana. A nivel local, muchos equipos y deportistas han sido víctimas de sus opiniones, los ha destrozado con su crítica y polémicas declaraciones, muchas de ellas en tono de burla y haciendo de menos a quien no sea de su agrado.

Actualmente ha sido acusado por la Organización Fraternal Negra Hondureña y la Barra de Abogados Anticorrupción ante la fiscalía de Tegucigalpa, ya que consideran que incurre en el delito de apología del odio contra los hondureños, todo esto a consecuencia de sus lamentables declaraciones previo al partido de Honduras – México. Ante esta situación, Faitelson ha pedido disculpas y a la vez ha dejado claro que sus puntos de vista no van más allá del tema futbolístico, aunque también insiste en que sus palabras han sido distorsionadas y que su imagen ha sido lastimada.

¿Por qué este particular personaje es tan odiado por muchos y aclamado por otros?

David se ha encargado de destruir a cada país al cual se enfrenta México (en cualquier disciplina deportiva, aunque frecuentemente lo hace en el fútbol), comentando sin razón e incluso burlándose de algunos, como ya lo hizo en el año 2011 con Guatemala, al decir que es un rival posicionado en el ranking de la FIFA en el puesto 562, una posición que ni siquiera existe, ya que solo existen 207 puestos en dicho ranking . Guatemala en ese momento ocupaba el puesto 118, y aunque todos conocemos la triste realidad de nuestro fútbol, no es necesario que un personaje como David tenga que burlarse del deporte que tanto nos apasiona.

Definitivamente lo que más vende en la actualidad es la polémica, y en eso David es un experto, ya que cada vez que habla, sus palabras van llenas de eso. Ese es el toque esencial de todo lo comercial, por supuesto no  hay que dejar a un lado la pasión, emoción e incluso dramatismo que transmite cuando de atacar y estar a la defensiva se trata. Basta con ver sus discusiones en el programa de ESPN Cronómetro, o cuando presenta su segmento “el color de David” en el programa Futbol Picante; todo esto lo ha llevado a ser catalogado como el periodista más odiado a nivel centroamericano.

Las opiniones y puntos de vista de David son observados y comentados con frecuencia en su usuario de twitter (@Faitelson_ESPN), donde se puede ver un claro ejemplo de lo que les estoy comentando. Él escribe un tweet y rápidamente recibe una respuesta (por supuesto esto depende de lo que esté opinando), generalmente esta respuesta es un insulto a lo que él está expresando, ya que hasta el día que se escribo este artículo, cuenta con un total de 812,963 seguidores en esta plataforma virtual, por lo que sus puntos de vista son leídos por una gran cantidad de personas.

En lo personal puedo decir que este personaje me causa cierto desagrado, sus opiniones me parecen carentes de imparcialidad y de ética, ya que desvirtuar a un rival o a una persona de la manera en la que él lo hace, me parece una falta de respeto que va más allá de lo que un comunicador responsable debería de hacer. Entonces me pregunto, ¿por qué lo sigo en Twitter? Y esta pregunta me hace pensar en dos cosas: 1) lo admiro demasiado, o, 2) siento cierto placer a la hora de responder a cada una de las incoherencias que él escribe. Debo de confesar que soy una de esas personas que no se muerde la lengua a la hora de responder cuando su punto de vista no me parece acertado.

Cuando de hablar de fútbol se trata, todos hemos sido críticos y duros con lo relacionado a nivel nacional e incluso internacional, pero basta con leer un comentario de este personaje para saltar en batalla y defender lo nuestro (a pesar que en ocasiones también lo criticamos). Entonces ¿qué nos hace diferentes a él?, estamos haciendo exactamente lo mismo y en muchas ocasiones lo hacemos pasados de tono, e incluso lo hacemos con mucha cólera, porque al final se trata de expresar nuestras emociones y sentimientos respecto al deporte que tanto amamos

David fue, es y seguirá siendo un periodista aclamado por muchos y odiado por otros, su forma de vender noticias atrae y emociona. En un solo comentario puede lograr la unión de una nación con un sentimiento en común: el odio y repudio hacia este carismático personaje.

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