“El que a hierro mata a hierro muere”, reza una antiguo refrán.

La pena de muerte es una práctica que a pesar que se encuentra abolida en la mayoría de países, todavía es un tema que genera bastante discusión y diversidad de opiniones entre ciudadanos.  En Guatemala, a pesar que legalmente esta máxima pena no se encuentra abolida, por ser el Estado de Guatemala signatario de la Convención Americana sobre Derechos Humanos (Pacto de San José), la pena de muerte no es posible ejecutarla.

¿Qué pensamos como universitarios sobre este tema? Brújula consultó a diferentes estudiantes de la Universidad de San Carlos de Guatemala (USAC) y de la Universidad Rafael Landívar (URL) sobre el tema.  Algunos se mostraron a favor y otros en contra.

A continuación les presentamos sus respuestas.

“Opino que la pena de muerte no es la solución a nuestros males. El problema de la violencia y la delincuencia debe atacarse de muchas otras maneras. Hace algún tiempo alguien me comentaba que tuvo la oportunidad de conversar con jóvenes delicuentes de zonas marginales. Ellos argumentaban que no es que ellos quisieran hacer lo que hacen, simplemente no hay oportunidades de desarrollo para ellos y su forma de vida es la forma en que buscan sobrevivir.  Nuestro sistema penitenciario necesita una reforma y cumplir realmente su objetivo. Además nuestro país necesita fuentes de empleo, una mejor educación, salud… mejorar la calidad de vida del guatemalteco. La pena de muerte no nos hace mejores personas y el constante debate del tema, no nos permite enfocar el esfuerzo de todos en lo que realmente nos puede ayudar a resolver el problema de raíz.”  Diego. Ingeniería en Informática y Sistemas.  23 años. URL.

“El derecho a la vida debe prevalecer por sobre cualquier otro, de esta forma se deben buscar los mecanismos necesarios para castigar a quien cometa un delito pero respetando su derecho fundamental de vivir; además es de tomar en cuenta la debilidad del sistema de justicia en el que se dejan libres a culpables y se condena a inocentes.  Ante tal inestabilidad es imposible aplicar la pena de muerte, estoy totalmente en contra de su aplicación y a favor de su abolición”. Administración de Empresas. 25 años.  USAC.

“Nadie es capaz de decidir quién debe morir y en qué momento, pero existen personas que realizan actos inimaginables e inconcebibles y lo hacen de forma reiterada, por lo que es posible considerar esta medida, siempre cuando se evalúe bien y no se abuse la misma”. Odontología. 24 años. USAC. 

“Desde mi perspectiva de vida creo firmemente en la abolición de la pena de muerte ya que el Estado debe de garantizar y proteger los Derechos Humanos, principalmente el derecho a la vida; siendo la condena de pena de muerte, de carácter irreversible y denigrante hacia la dignidad humana. No olvidando lo que expone el Artículo 3 de la Constitución de la República, el Estado garantiza y protege la vida humana desde su concepción… Desde mi perspectiva profesional y ciudadana, debemos de exigir el cumplimiento y respeto de los Derechos Humanos a toda persona sin distinción, así como el exigir un mejor sistema de justicia. Jessica. Relaciones Internacionales. URL.     

“Considero que es una ley que no puede aplicarse en nuestro medio, debido a que las leyes no son aplicadas de forma justa y se correría el riesgo de quitarle la vida a personas muchas veces inocentes.  Entiendo que se quiera aprobar una ley como esta considerando el alto nivel de violencia por la que atraviesa el país. Pero, ¿quién garantiza que esta aplicación sea objetiva, sin corupción? Considero que bastaría con que se aplicaran las leyes con su deber ser, así se haría mucho más que manchándose las manos quitándole la vida a las personas.” Ciencias de la Comunicación. 25 años. USAC. 

“Considero que la pena de muerte es una decisión extremadamente difícil dado que se trata de permitirle o no, la vida a una persona. Existen pensamientos radicales que dictan que hay personas que no merecen vivir, buscando condenar acciones delictivas.  Sin embargo nuestra moral y sentido humano que se aferra a la vida por instinto de supervivencia, nos dicen que no debe hacerse y que nadie más puede juzgar las acciones de todos nosotros si no es el ser supremo. Por otro lado muchas personas han recibido una segunda oportunidad  de vivir y superarse y cuando recuperan su libertad, simplemente se dedican al crimen (¡de nuevo!) Siendo profesionales de éxito nos gustaría ver y saber que todos y no solo unos pocos luchamos por ser mejores cada día y darle a nuestro país un mejor futuro con gente de bien y aunque no todos tenemos las mismas oportunidades, nuestro mundo está tan corrompido que aunque el sentido común nos muestra la inmoralidad de actos criminales o violentos así mismo nos indica lo que implica permitir o no que alguien continúe viviendo. No quisiera estar en los zapatos de aquellos que deben decidir sobre esta ley y aún menos en los de aquellos que deben ejecutarla.”  Juan. Agronomía. 27 años. URL. 

“Desde la perspectiva ideológica sería ir en contra de los principios morales que se han enseñado en el hogar, pues no hay en el mundo alguien que tenga la potestad para acabar con la vida de nadie. Y por el contrario, de acuerdo a la situación que se vive actualmente en el país, sería prioritario que se piense en alternativas que acaben con tanta persona que se encuentra sentenciado prácticamente de por vida, pues no se cuenta con los recursos para estar manteniéndolos. Sería básico que en vez de gastar ese dinero en personas que lo único que hacen es el mal, se enfoquen en ayudar a tanto infante en riesgo y padecimiento de desnutrición, pues en los niños todavía se puede hacer algo por corregir los malos hábitos, pero en los adultos es difícil. Se que talvez no sea la opción ideal pero se tiene que ser realista… no queda otra alternativa. El país está en crisis, es necesario encontrar algo que permita el equilibrio del comportamiento social…” Trabajo Social. 23 años.  USAC. 

“Como cristiana católica estoy convencida que solo Dios puede dar y quitar la vida. A su vez considero de vital importancia romper con el círculo de la impunidad y corrupción que reproduce los actos delictivos y la violencia en la sociedad. Son necesarias e indispensables las acciones del gobierno y entidades con enfoque social, para mejorar el sistema de justicia de nuestro país, y que cada quien reciba una condena adecuada para el delito cometido, más no la pena de muerte.  Cabe destacar que la persona que comete un delito, casi nunca lo hace de forma individual y si se ejecuta a alguien perteneciente a una mara, por ejemplo, los miembros de la mara que quedan vivos y libres, pueden tomar represalias contra las personas que denunciaron o personas relacionadas con la pena de muerte.  Recordemos que muerte genera más muerte.  Psicología. 24 años. USAC. 

“Ya no se puede vivir en un país con tanta maldad y muerte que afecta a todos los estratos sociales. Únicamente las personas con un alto ingreso económico pueden dar seguimiento de la muerte de alguien.  Con esta ley cualquier ladrón, violador, asesino sentiría miedo de realizar algún hecho. Conozco muchas personas que han matado a sus familiares por un asalto y duele ver que las autoridades no hagan nada al respecto, va a llegar el día y lo estamos viendo en algunos lugares, en que el pueblo va a tomar el control contra los agresores. Estoy a favor de la pena de muerte, a pesar de ser cristiana, pero me da terror saber que puedo ser yo o algún familiar que sea agredido por un delincuente sin corazón.  Nutrición. 24. USAC. 

“Como estudiante de Ciencias Jurídicas sé que existen amplias normas respecto a la protección a la vida del ser humano, como el artículo 2 de nuestra Constitución Política: “Es deber del Estado garantizarle a los habitantes de la República la vida” o incluso a nivel internacional, lo regula el artículo 4 de la Convención Americana Sobre Derechos Humanos: “Toda persona tiene derecho a que se respete su vida (…) Nadie puede ser privado de la vida arbitrariamente”. Sin embargo como en todas las demás cosas de la vida, no importa que haya leyes escritas si en realidad lo que no se aplica es el Derecho. ¿Tiene un ser humano la potestad de decidir sobre la vida o la muerte de alguien más? Considero que no. Pero sobre todo ¿esa muerte ayudará en algo?

Si una persona ha atentado contra los derechos humanos de otra, dándole muerte, secuestrándolo o causándole agravios tan fuertes como para ser castigado con la pena de muerte, ¿no sería en todo caso un mayor castigo que tuviera que reparar ese daño y no darle una salida fácil como la muerte? Considero que para quien haya cometido en realidad un delito tan grave que amerite como sanción punitiva por parte del Estado “la pena de muerte” debe de haber otra forma de cumplir dicha pena, de una forma que pueda beneficiar a la sociedad en resarcimiento del daño causado y que además se adecué al ordenamiento jurídico. La pena de muerte aún con la sociedad tan evolucionada que existe, hoy en día es un tema tabú que debe analizarse fríamente y no únicamente inclinarse por la Ley del Talión, ya que esto disminuye el avance social de la humanidad.” Karla.  Derecho. 24 años. URL.

 

Después de leer todas las opiniones de diferentes universitarios … ¿qué opinás?   Te invitamos a responder la encuesta sobre la pena de muerte que se encuentra en nuestra página principal www.temp.brujula.com.gt

 

Fotografía: http://socanwe.blogspot.com/

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