La exigencia de las manifestaciones del 2015 fue un mensaje claro en contra de la corrupción y la necesidad de mejorar la transparencia sobre el uso de los recursos del Estado. Pero, ¿qué acciones efectivas de transparencia se han realizado a la fecha? El gobierno en turno utilizó su slogan frente a esta problemática. A un año de su gestión, los logros en la materia se atribuyen principalmente al Legislativo.

La lucha contra la corrupción se debe abordar  por varios frentes y uno de ellos es transparentar lo que se está haciendo en el ahora, de acceso público en tiempo real de las actividades del sector público permitiendo una fiscalización y auditoria social en el momento, incluso como medida de prevención. Esto sin restar relevancia al ejercicio de instituciones fiscalizadoras como la Contraloría General de Cuentas y demás denuncias de posibles casos de corrupción mediante la vía judicial.

En general, la administración pública de nuestro país cuenta con pocos mecanismos que busquen transparentar las actividades del día a día y los que hay, tienen poco personal (técnico) y recursos para implementarlos. Se conocen algunas plataformas que contienen datos y publicaciones sobre temas puntuales, que debieran expandirse.

La voluntad política se hace más que necesaria, cuando se busca la modernización de la administración y gestión pública.

Si bien, han existido intenciones como la del Presupuesto Abierto, es necesario trascender. Hablo de implementar e institucionalizar procesos de transparencia dentro de los procedimientos internos de las instituciones que va muy de la mano del Gobierno electrónico. Al pasar del papel a lo electrónico avanzamos enormemente no solo en términos de transparencia de la gestión pública, sino también en la reducción de tiempos y costos de los servicios, generamos confianza en el ciudadano que tiene acceso a mayor información y mejoramos la credibilidad en las instituciones. Medida que debiera implementarse tanto a nivel de gobierno central como a nivel local. Se vale soñar.

Tenemos como principal reto el contar con la infraestructura tecnológica necesaria. Puesto que requiere de sistemas y plataformas electrónicas unificadas y generalizadas de seguimiento que permitan ver a tiempo real, el avance de los Planes Operativos Anuales y presupuestos que cada dirección y unidades que componen la administración pública (ministerios y secretarías), por poner un ejemplo. Así como, recurso humano capacitado para su uso.

Las ventajas de los sistemas informáticos públicos abiertos son tan bastos que su implementación va más allá de transparentar un sistema, hasta la elaboración y análisis de políticas públicas y presupuestos eficientes.

Los desafíos son varios ante un proceso de modernización en el que nos hemos quedado rezagados. Sin dudas, las acciones de transparencia deben ser mayores y buscar su permanencia e independencia si queremos responder al clamor de las y los ciudadanos que de varias maneras participamos en las plazas del 2015. Considero este como un punto de consenso.

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