Claudia García/ Corresponsal/ Reseña /

Luego de casi tres años de espera, entre fanáticos, seguidores y detractores, Arjona volvió a brillar y a ser profeta en su tierra.

El día tan esperado por muchos llegó y con ello un manojo de emociones y sentimientos comprimidos que se pudieron expresar en muchos guatemaltecos luego de tan larga espera.  El fans club oficial ARJONA VIVO GUATEMALA, hizo de ese sábado una fiesta musical. He aquí cómo sucedió.

Todo empezó muy temprano. Un grupo de locos que han hecho de la música de Arjona su mejor compañía, su cómplice perfecto, su espejo cotidiano, llegaron dispuestos a disfrutar de principio a fin el concierto, y a celebrar la presencia de su ídolo en tierras chapinas.

Al ritmo de una “chiva” decorada con sello guatemalteco, entre cadenas de papel crepé, pitos, gritos, pompones y globos, se escuchaba al unísono una voz llena de emoción y alegría innegable. Recorriendo a paso lento pero seguro, la “chiva” pasó por algunas de las principales zonas de la ciudad de Guatemala.  Los peatones, las parejas y las familias que disfrutaban de una tranquila tarde de sábado, se vieron sorprendidos por el estruendo ocasionado por aquel grupo de personas entre las que habían hombres, mujeres, jóvenes e inclusive niños y niñas que sin comprender a profundidad las letras de Arjona, cantaban a todo pulmón: Duele verte con un tipo al que le faltan pantalones…  Mujeres, lo que nos pidan podemos, sino podemos no existe…

Con muy poca  afinación y mala entonación pero con mucho corazón, se podía escuchar aquel grupo cantando sin cesar toda canción que ponían.

Haciendo escala en el hotel donde se encontraban los músicos de Ricardo que aguardaban a pocas horas del gran concierto, desde la  “chiva” se escuchaba cómo el club de fans entonaba: Mí país, más que mi patria mi raíz,  imaginando que aquellos músicos comprendían cómo en Guatemala se le recibe a  Arjona.

Eran ya las 4 de la tarde y en las afueras del estadio Mateo Flores se miraban las interminables filas de seguidores que en medio de sombreros, fotografías, pañuelos, playeras y llaveros, se empapaban de la fiebre arjoniana que se vivía en un día único e irrepetible para muchos. Los flashes y las cámaras de video no se daban abasto para captar las emociones que se vivían y se sentían alrededor del coloso de la zona 5 de nuestra ciudad.

Alrededor de las 21 horas, la espera terminó.  Con las luces apagadas y la proyección de imágenes que simulaban el inicio de un telenoticiero, se escucharon los gritos de los miles de expectantes que sentían eterna la introducción que forma parte del show. Enfundado en un saco, unos jeans y unos tenis negros,  salió Arjona con una sonrisa sin disimulo y empezó la fiesta al ritmo de “lo que está bien, está mal” (canción de su ultimo disco).

Al terminar la última estrofa, Arjona pareció quedar estupefacto y perplejo escuchando cómo le gritaban todos sus seguidores ¡Bienvenido! ¡Bienvenido! ¡Arjona! ¡Arjona!  Después de unos instantes  y en medio del griterío se dirigió a su público diciendo “Buenas noches paisanos, buenas noches Guatemala”.  Después de la bienvenida, le siguió lo mejor de su repertorio: Historia de un taxi, Desnuda, Te conozco, Jesús verbo, no sustantivo, El problema, Dime que no, Acompáñame a estar solo y muchos éxitos más; todas interpretadas en medio de un magno escenario, con cambios de escenografía y giros de 360 grados que en cada interpretación envolvió al público en una atmósfera diferente.

Momentos Memorables

Con la lluvia como testigo,  Arjona volvió a dar una razón más a sus fans para vivir una noche inolvidable, bajando del escenario y dándole la vuelta completa al estadio, interpretó  “Realmente no estoy tan solo“. Era tanta la algarabía de los aficionados que por más que el mismo Ricardo les pedía una y otra vez que no se movieran de sus lugares para que él pudiera dar la vuelta al estadio, fue algo imposible de contener.  Finalmente logró su objetivo, logrando que todos pudieran verlo y tenerlo más cerca.  Ricardo Arjona dedicó el concierto a su padre, quién falleció el año pasado y a su madre le dedicó la canción que le escribió “Mi novia se me está poniendo vieja”.  Ella le acompañaba entre el público.

Luego de un par de breves despedidas, Ricardo regresó para ofrecer más de su repertorio.  Una de las canciones más esperadas por el publico,  “Fuiste tu” en compañía de Gaby Moreno, fue una de las más coreadas por el público.  Gaby con su timidez característica, y en compañía de su guitarra,  hizo vibrar  a todos con su hermosa voz. Ricardo emocionado y agradecido, pedía aplausos para su acompañante. Gaby nuevamente lo acompañó con su guitarra cuando Ricardo interpreto “Si el Norte fuera el sur”.

Una de las canciones más pedida por todos fue “Mi país”, canción que estremeció hasta las lagrimas a más de uno.  Acompañado con Gaby, los dos chapines llenos de emoción y sentimiento cantaron esta canción hecha himno. Para cerrar con broche de oro no podía faltar una de las canciones que por excelencia canta para cerrar sus espectáculos “Mujeres”.  Con un rostro lleno de emoción Ricardo regaló un “hasta siempre, hermanos se les quiere”.

Para muchos, el concierto fue un evento inolvidable e irrepetible.  Sin embargo, para Arjona regresar a su país siempre lo es.  Muestra de ello es que en su Twitter @Ricardo_Arjona, él mismo escribió luego de los conciertos: Voy a necesitar un par de meses para superar este par de noches y muchas vidas para olvidarlas. Gracias Guatemala. Los quiero .   Y esta frase es para muchos, es el final perfecto.

Ver video Metamorfosis World Tour, Mateo Flores

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