Preguntamos a jóvenes de diferentes municipios, una misma pregunta. Queríamos saber qué pensaban en diferentes puntos del país, sobre cuál era el lugar de los jóvenes hoy en su contexto inmediato, pero también a nivel nacional. La siguiente respuesta arriba desde Chimaltenango, mientras esperamos la respuesta de Palín en Escuintla.
Awex Mejía Cipriano/ Chimaltenango, Chimaltenago/
Entendiéndose que la participación política de la persona es el desarrollo de capacidades, actitudes y aptitudes con conocimiento para gerenciar la dinámica social en todos los ámbitos del país, incidiendo en la búsqueda del bien común de todos los pueblos que cohabitamos en la sociedad guatemalteca, es decir, es el actuar constante de la población, en tiempos y espacios en un mundo global con orientación hacia una vida digna. Sin embargo, la participación de la juventud ha sido muy limitada por ser una población vulnerable y con limitada incidencia en los ámbitos político, económico y social. Ha sido la juventud la manipulaba, utilizada en los momentos de campañas electorales, remitiéndolos a ser nada más que un objeto de promoción, sin darle importancia a su capacidad y sus destrezas como entes que puede cambiar y dirigir los destinos del mañana de la comunidad o del país, de incidir y de proponer cambios en el desarrollo personal y de la colectividad hacia el buen vivir.
En la dinámica social de hoy, como juventud hemos comenzado a ser actor social y político, a través de nuestra participación decidida y propositiva en los diferentes espacios de la sociedad. Se han abierto las puertas y tratamos de seguir abriéndolas, apasionándonos y apoderándonos en el que hacer del joven como agente de cambio y los que tendrán que mejorar el rumbo de una sociedad excluyente, acallada, invisibilizada y discriminada a un mundo de armonía, justo y lleno de energía para vivir.
En este ámbito de proceso social, la juventud chimalteca ha iniciado procesos de transformación, generando cambios verdaderos, empezando por la construcción personal, reconociendo su identidad de pertenencia social. Donde ve al otro como su propio yo, haciéndose uno más al otro, haciéndose dueño de sus necesidades e intereses, propiciando los espacios de incidencia social, política y económica, a través del Programa de Liderazgo Joven, en un ambiente de democracia.
Hoy por hoy, los jóvenes chimaltecos son más que un objeto político, son un sujeto político que propone, crea, recrea e incide en generar cambios que permitan cubrir necesidades e ideales de jóvenes. Todo ello a través de líderes que representan y hacen escuchar la voz de las juventudes, la unidad de los jóvenes en la diversidad de cosmovisiones, de pensamientos complejos, de ideales distintos, de pertenencias culturales distintas, y todas estas diversidades que en lugar de debilitarlos, enfermarlos y atrofiarlos, los fortalece, los alimenta y los hace ser únicos para ser importante en el desarrollo social de Guatemala. Una mente joven crea y produce, su entusiasmo y energía le permite ser un sujeto de la política verdaderamente activa y con enfoque social. Los jóvenes somos más que sólo diversión creamos, proponemos y sobre todo cumplimos.
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