Por: Sylvia Lucía Flores Rodríguez, ALEM

 

“La felicidad para mí consiste en gozar de buena salud, en dormir sin miedo y despertarme sin angustia”- Françoise Sagan

 

“Todo el mundo busca dónde esconderse. Quiero escapar a la casa de un familiar, pero no me atrevo, por si me atrapa un talibán en el camino. Todo, todo lo que soñé, todo por lo que trabajé, mi dignidad, mi orgullo, incluso mi existencia como mujer, mi vida, todo está en peligro”.-Testimonio de una adolescente afgana 2021.

 

“Blanca amaba la vida, anhelaba estudiar ingeniería en la universidad; murió ahorcada en la habitación de su casa. Dejó una carta donde mencionaba que estaba embarazada de su padrastro y que su mamá no la había escuchado. Inicialmente se llevaron al hombre preso, pero la mamá quito la denuncia”. -Testimonio de una niña guatemalteca 2019.

 

Los derechos humanos se basan en principios en los cuales todos los miembros de la familia humana tienen igualdad de dignidad y derechos. Sin embargo, la violencia en sus múltiples manifestaciones forma parte de la historia de la vida de las niñas, adolescentes y mujeres de todas partes del mundo. En Afganistán, las restricciones de los talibanes a la participación de las mujeres en la sociedad, hacen que sea casi imposible que las mujeres representen sus intereses en materia de salud y derechos humanos. En Guatemala, el acceso a educación integral en sexualidad, las prácticas culturales y los imaginarios sociales, son temas controversiales aún para discutir. Estadísticas recientes revelaron que el 38% de las mujeres encuestadas, reportaron que habían saltado o aplazado los servicios de atención de salud preventiva, mientras que solamente un 26% de los hombres encuestados habían aplazado estos servicios. Los análisis sugieren que esta tendencia se dio debido a restricciones del tiempo adicionales, ya que las mujeres adoptaron nuevos papeles durante la pandemia, como ser maestras en sus casas y cuidadoras para los diferentes integrantes de la familia. Por lo que, cuando se habla de “atención integral en salud” nos hace pensar que las mujeres no tienen tanta relevancia, ya que si no se puede cumplir con los derechos mínimos por tan solo “ser”,

¿Qué impacto tendría comprender la naturaleza y alcance de los abusos de los derechos humanos, en salud física y mental de las mujeres?

En los últimos años, la OMS, ha argumentado que la salud debe ser definida como “un estado de completo bienestar físico, mental, social y no simplemente la ausencia de la enfermedad o dolencia”. Por esta razón, Todos los profesionales en salud debemos estar capacitados para poder brindar una atención integral a la población, sin distinción de edad, sexo o patología, ya que repercute de forma personal, familiar, laboral y social. Cuando se habla de atención integral en salud a las mujeres, el enfoque debe ser amplio y este debe abarcar todas las etapas de vida y las distintas características o situaciones fisiológicas, patológicas y preventivas que cada una de ellas implica. Al realizar una segmentación de las diferentes etapas en la vida de la mujer (adolescencia, edad fértil, menopausia y postmenopausia), facilita la identificación en cada una de ellas, respecto a las actividades preventivas, terapéuticas y educativas a tomar en consideración para la práctica diaria, garantizando así una visión mucho más global e integral de la mujer, desde el punto de vista biopsicosocial.

Por lo anterior, los datos son claros y precisos, la violencia en sus múltiples manifestaciones, forma parte de la historia de vida de las mujeres. Debemos reflexionar sobre nuevas estrategias que ilustren, que la promoción en salud, es inseparable de la protección y promoción de los derechos humanos.

“Alzo mi voz no para gritar, sino para que todas aquellas que no tienen voces puedan ser escuchadas”– Malala Yousafzai.

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