Jimmy Morales le apuesta nuevamente a la reducción de los índices de desnutrición en Guatemala. Para el 2019 se asignó 4,700 millones de quetzales a las instituciones que integran el Consejo Nacional de Seguridad Alimentaria y Nutricional (CONASAN). En el 2018 se tenía un registro de 46,5 por ciento de desnutrición crónica en menores de 5 años y 11,458 casos de  desnutrición aguda.

Aparentemente el sistema de salud ha mejorado su abastecimiento local de vacunas y desparasitantes, a esto se suma lo que muchos mencionan en la actualidad; la ley de alimentación escolar que beneficia a los niños, aumenta la disponibilidad de alimentos en la escuela y favorece la educación y los índices socioeconómicos. Sin embargo, la pregunta es ¿después de haber puesto en función todo lo ya mencionado, se han dedicado a ver realmente que se mantenga siempre abastecido el centro de salud de cada localidad, así como la disponibilidad de los alimentos? ¿Cómo ayudar a combatir la desnutrición? sí también existe un alto porcentaje  de niños que por la misma problemática de la pobreza no asisten a la escuela.

Una de las causas de estas condiciones es responsabilidad del sistema económico que ha sido excluyente desde hace mucho tiempo atrás, que no logró democratizarse. El setenta por ciento de las personas que trabajan en el sector informal están excluidas del modelo económico y eso perpetúa esas desigualdades y no permite que la gente acelere la reducción de la pobreza.

Hablar de desnutrición en Guatemala es hablar de la baja probabilidad de encontrar un trabajo adecuado a las necesidades básicas; un pueblo que busca desde muy temprano como ganarse un plato de comida para aquellos que no  saben la lamentable situación del país. Un gobierno que ha reprimido el pueblo a su antojo, desde hace dos gobiernos atrás se ha tratado de disminuir la desnutrición de Guatemala, lamentablemente todo esto ha servido nada más que para el lavado de  dinero y se ha jugado con la vida de cientos de niños que mueren a causa de no tener una alimentación adecuada, violando uno de los derechos principales de cada ciudadano de este país.  Del 51% de las familias que vive  pobreza, el 15% se cataloga como pobreza extrema.

La educación es una base importante, la cual tenemos que apoyar,  mientras no haya educación seguirá la ignorancia de aceptar las limosnas de un gobierno que copta todo aquello que ingresa. Se habla mucho de la importancia de la niñez, mas nunca se cambia nada.

Cuando marchamos y gritamos en las calles muchos nos tachan de vagos pero pocos comprendemos la lucha que queremos ganar, luchamos por un derecho básico, un niño en la escuela y no más mortandad. De qué sirve que apuesten a seguridad si ellos se resguardan más que los ciudadanos, invierten en  infraestructura que jamás se ve, en salud, si cada vez está más deficiente cada hospital, ¿este acaso es el desarrollo que cada político ofrece cuando quiere llegar al poder? Por qué hablar  del futuro cuando nuestro presente se está muriendo.

Glendy Ordoñez

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