Tal y como dice el dicho: “A donde fueres, haz lo que vieres”.  La semana pasada el equipo de Brújula, junto al equipo de la Dirección de Incidencia Pública de la Universidad Rafael Landívar visitó Santa Cruz Verapaz, en el departamento de Alta Verapaz.  El propósito de la visita era compartir con un grupo de mujeres de la región algunos aspectos importantes sobre el proceso electoral de este año.

A las ocho de la mañana en punto nos encontrábamos en el salón donde el evento se llevaría a cabo, y nos recibieron alrededor de 10 mujeres y 50 sillas vacías.  Sillas que con el transcurso del tiempo se fueron llenando, todas y cada una por mujeres.  Mujeres maduras de pelo trenzado, muy pocas jóvenes; algunas con niños en brazos, y todas, absolutamente todas, hablando poqomchí.  ¿De qué forma íbamos a comunicarnos con tantas mujeres si no hablábamos el mismo idioma?

Ese fue sin duda el desafío más grande de la actividad, pero sin duda, la experiencia más enriquecedora.  Estando al frente del salón no nos quedó más que adaptarnos (allí éramos nosotras las diferentes y las que no encajábamos); a través de traductoras y gestos que fueron poco a poco suavizando las diferencias  y logrando finalmente una conexión especial con el grupo.

Estando allí, lejos de la ciudad y viviendo esa experiencia inolvidable, vino a la mente el último video que Brújula realizó para su edición pasada.  Se les preguntó a los estudiantes del Campus Central cuál era la página electrónica que visitaban más.  La mayoría de los entrevistados, por no decir todos, respondieron “Facebook” y muchos dijeron entrar entre 4 o 5 veces diarias.  En algunas actividades que Brújula ha tenido para promover el periódico, se les solicita a los estudiantes que ingresen a Facebook desde su celular para acceder a la fan page; la mayoría de ellos tienen el acceso de Internet habilitado desde sus dispositivos móviles.

¿Dos realidades distintas en un mismo país?  Mientras en el interior de Guatemala, muchísimas personas aún no cuentan con los elementos básicos para llevar una vida digna; en otros lugares, la mayoría pasamos todo el día conectados a la Red, ya sea desde una computadora o un celular.   De acuerdo a datos proporcionados por Shiftt, www.shiftt.com empresa guatemalteca, de los 14 millones de habitantes que posee el país, únicamente alrededor de 2 millones 300 mil tienen acceso a Internet; lo que representa un 16.8% de nivel de penetración de Internet en el país.  La mayoría de los usuarios se encuentra en el segmento entre los 25 y los 34 años de edad (30%) y la mayoría dentro del estrato socioeconómico D, es decir, en el nivel más alto de la escala socioeconómica.

En cuanto a las redes sociales, el país cuenta con alrededor de 1,350,000 de usuarios en Facebook, equivalentes al 90% de usuarios en redes sociales a diferencia de por ejemplo,  el 22% que los hay en Twitter.

Estos datos no reflejan más que la realidad que vivimos el fin de semana pasado en Alta Verpaz y que ninguno de nosotros debería de ignorar: a pesar de que el día a día nos absorbe y nos hace creer que en Guatemala todos tenemos acceso a Internet, la realidad no puede estar más alejada que eso.  En el interior del país todavía existen comunidades que antes de ingresar a Facebook o Twitter, deben ver de qué forma contar con los alimentos básicos diarios para subsistir.  Es nuestro deber y responsabilidad utilizar estas herramientas a las que tenemos acceso, incluyendo las redes sociales, como herramientas al servicio de la sociedad, que si bien no nos permite cambiar estas realidades injustas; al menos, nos ayudan a ponerlas en la mesa de discusión.

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