Claudia Calderón/ Opinión/
“Entré a esa empresa en calidad de pasante cuando cursaba mi 3er año de universidad. Fue una gran experiencia porque el trabajo que hacía estaba relacionado con mi carrera. Al entrar, me dijeron que mi pasantía no remunerada era por tres meses con promesa de darme empleo a medio tiempo si mi desempeño era bueno. Al pasar los dos meses y medio, luego de felicitaciones por mi trabajo, me enteré de que la empresa estaba buscando nuevos pasantes. Como era de esperarse, al terminar los tres meses acabó mi tiempo y me despidieron. Luego me di cuenta que ese mismo discurso lo habían empleado con muchos estudiantes más, y ese puesto había estado ocupado por pasantes hacía tiempo atrás. Me pregunto si de verdad todos los estudiantes que hemos estado ahí hemos tenido un mal desempeño, porque ninguno ha podido aplicar a la plaza que prometen.” Elisa Méndez, 21 años.
Hoy en día, las pasantías son una oportunidad muy provechosa a la que pueden aplicar estudiantes universitarios que no poseen experiencia. Algunas empresas están dispuestas a pagar una cantidad representativa por el trabajo realizado, mientras que otras aportan la ayuda y experiencia. Se vende como una acción ganar – ganar.
Pero, ¿realmente representa una gran oportunidad de crecimiento y aprendizaje para jóvenes que buscan un empleo futuro?
A mi parecer, sí. Yo fui parte de un programa de pasantías del cual aprendí innumerables habilidades y conocimientos, que luego alimentaron mi currículo. Pero el problema, bajo mi óptica, va más allá de abrir una puerta a una persona sin experiencia, ya que en ocasiones acostumbran un puesto o una plaza a jóvenes pasantes con tal de no contratar formalmente a un estudiante o profesional, y por ende, no pagarle un salario fijo ni prestaciones de ley (en algunos casos). Y en otros, muchos inician con pasantía y luego les ofrecen la oportunidad de quedarse con una plaza fija en esa empresa, lo cual me parece muy bueno.
El caso de Elisa me decepciona, principalmente por algo que ella menciona: “Al entrar, me dijeron que mi pasantía no remunerada era por tres meses con promesa de darme empleo a medio tiempo si mi desempeño era bueno (…) Me pregunto si de verdad todos los estudiantes que hemos estado ahí hemos tenido un mal desempeño porque ninguno ha podido aplicar a la plaza que prometen.” ¿Por qué prometer algo que no será cierto?
Por las experiencias que he escuchado y por la mía en especial, los pasantes son personas que dan todo de sí, muy activos, habilidosos, con alta capacidad de aprendizaje, dados al servicio y dispuestos a hacer casi cualquier actividad que les sea asignada en su rubro. Por ello, muchas empresas como la que menciona Elisa, felizmente viven capacitando pasantes sin contratar de forma fija. ¿Será esto una ayuda disfrazada? Es muy probable que sí, ya que se vuelve algo rentable para muchas empresas, quienes pueden vivir de esa forma ganando un trabajo que se perfecciona cada día, bajo una inversión mínima.
Las pasantías continuarán siendo de gran ayuda, aprendizaje y experiencia para muchos jóvenes, pero es una lástima que para algunas empresas represente un negocio rentable que evita dar una oportunidad de empleo fijo a un recién graduado, a un desempleado o al mismo pasante.
Al fin y al cabo, cada empresa es libre y toma sus propias decisiones, pero es una lástima que muchas priven de empleo y descarguen el trabajo de una plaza fija, en un pasante que nunca recibirá más de la cuarta parte del sueldo que representaría su cargo, si acaso llega a eso.