Los plásticos son materiales hechos a base de petroquímicos, cuya permanencia en el ambiente es prolongada, que ha generado acumulación en diversos ecosistemas, especialmente en cuerpos de agua, suelos y una parte significativa termina en los océanos. Se estima que la masa del plástico en el océano es mayor a la masa de toda la fauna marina (Dalgaard, 2017). En la playa Punta del Este de Uruguay, por ejemplo, se determinó que la masa promedio de residuos plásticos es de 3.2 gramos por metro cuadrado. (Lozoya et al., 2016).

El manejo que se le ha dado a los plásticos en la actualidad ha sido el reciclaje, la incineración y la disposición en rellenos sanitarios. Sin embargo, esto no ha disminuido la cantidad de plásticos que contamina el ambiente dado que existe una creciente demanda de materiales plásticos para diferentes industrias y una mala gestión de los desechos plásticos al final de su vida útil (Chidambarampadmavathy et al., 2017).

Una de las soluciones propuestas para reducir la contaminación por materiales plásticos es la incorporación de propiedades biodegradables. La biodegradabilidad es la capacidad de un material de poder ser degradado por microorganismos. Sin embargo, el desarrollo de plásticos biodegradables ha presentado algunos desafíos, por ejemplo: a) la obtención de propiedades estructurales similares a los plásticos convencionales, b) procesos de producción rentables y c) la obtención de materias primas de una forma sostenible.

Debido a que estos materiales son relativamente nuevos, la investigación sobre las propiedades biodegradables ha entrado en vigencia y una parte de la investigación se ha orientado a probar la biodegradabilidad de los mismos. Las condiciones en las que se han puesto a prueba, en su mayoría, han sido diferentes medios de descomposición (aerobia, anaerobia, biodigestión).

Para determinar la biodegradabilidad se han utilizado dos parámetros principalmente: pérdida de masa y consumo de carbono, este último es el más aceptado actualmente. Otras líneas de investigación buscan determinar cuáles son los organismos que actúan en su desintegración y algunas se enfocan en la biodegradabilidad en suelos dedicados a la agricultura Sin embargo, existen muchos vacíos de información que lo limita. Por ejemplo, se desconoce cuál es el consorcio de microorganismos que podría hacer más eficiente la biodegradación; cuál es el tiempo necesario para que estos materiales logren desintegrarse en su totalidad y no se tiene claro cuál es su comportamiento en los rellenos sanitarios.

Por esta razón, el INCYT está conduciendo una investigación que pretende aportar al conocimiento científico mediante un experimento que evalúe el grado de desintegración, en función del tiempo, de materiales biodegradables de productos que se encuentran disponibles comercialmente en Guatemala. Para esto se realizarán dos experimentos:

El primero se enfocará en determinar el consumo de carbono de los plásticos biodegradables en condiciones de compostaje, mediante el análisis de dióxido de carbono del gas producido por la descomposición. El segundo experimento se enfocará en determinar la pérdida de masa de los plásticos biodegradables en condiciones de un relleno sanitario. Así mismo esta investigación proporcionará información sobre algunas condiciones de biodegradación y microorganismos que actúan para desintegrar productos biodegradables.

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