Luisart Marzo 1

Luis Arturo Palmieri / Opinión /

El Presidente Morales cuelga el teléfono y luego marca el “speed dial” de su Secretario Privado. Este último llega inmediatamente al despacho del Presidente y le pregunta qué necesita:

– Jimmy Morales (JM): Rodrigo, voy a salir de viaje. Necesito que, por favor, le escriba al Congreso una carta donde se le pide permiso para abandonar el país.
– Rodrigo Colmenares (RC): Sí, señor Presidente. ¿A dónde le digo que tiene que ir?
– JM: A Perú.
– RC: Entendido, hoy mismo lo envío.

Rodrigo llega a su oficina y escribe la carta: “Guatemala, 3 de marzo de 2016. En cumplimiento de lo que dispone el inciso 5) del artículo 139 de la Constitución Política, me permito solicitar al Congreso de la República el permiso correspondiente para ausentarme del país del 6 de marzo al 9 de marzo del presente año, a fin de realizar una visita oficial a Perú. Cordialmente, Jimmy Morales. Presidente de la República”.

Ese mismo día (lunes), Mario Taracena, que está leyendo un libro que se llama “Hacia una teoría pura del poder”, recibe la solicitud del Presidente y entonces manda a llamar a su asistente principal. Cuando llega este, le dice:

– Mario Taracena (MT): Guido, necesito que me cuadrés todo en Secretaría para incluir la solicitud para ausentarse del país del Presidente Morales dentro de la Orden del Día de mañana martes.
– Guido Valenzuela: Sí, Mario. De inmediato.
– MT: Gracias, vos.

Llega el día martes y, luego de dar lectura a la Orden del Día en el pleno del Congreso y quedar aprobada esta, se ordena la lectura de la carta enviada por morales. Mario Taracena toma el micrófono y dice:

– MT: Señores diputados, se abre a debate la solicitud del Presidente de la República para ausentarse del país con motivo de un viaje que tiene que hacer a Perú.

Juan Manuel Giordano decide levantar la mano. Ha decidido que en esta legislatura, en vez de andar jugando candy crush en el pleno, va tratar de hacer algo; aunque sea el “mate”:

– Juan Manuel Giordano: Señor Presidente, nada más quisiera poner a discusión una cuestión muy específica. Escuché que el Presidente Morales quiere hacer ese viaje porque quiere llevar a todo el equipo que trabajó con él en su programa de Moralejas. Parece que los quiere llevar a conocer Machu Picchu. El permiso debería denegarse.

La diputada María Estella Alonzo, quien por primera vez integra una legislatura, ha decidido participar en el debate porque los medios de comunicación la han estado criticando, entonces, para demostrarles que sí es inteligente, decide decir algunas cosas que ha leído en titulares de prensa:

– María Estella Alonzo: Señor Presidente, a mí me parece que el viaje del señor Morales no es necesario. Guatemala, por el momento, no tiene el dinero necesario para pagar viajes del Presidente, ni mucho menos para toda una comitiva que lo acompañaría. El permiso debería denegarse.

Edgar Ovalle, diputado del FCN –a quien Jimmy Morales le encargó defender las políticas y acciones de la presidencia dentro del Congreso- decide cumplir con el encargo. Levanta la mano y dice:

– Edgar Ovalle: Señor Presidente, estimo necesario hacer caso omiso a los comentarios de los diputados que me antecedieron en la palabra. El diputado Giordano se basa en rumores y la diputada Alonzo, evidentemente desconoce que dentro del Presupuesto General de la Nación se incluye un rubro específico para los viajes del Presidente. El permiso debería de aprobarse. Gracias.

Por último, la diputada Nineth Montenegro decide aportar algunos elementos adicionales a la discusión:

– Nineth Montenegro: Señor Presidente, quisiera, muy puntualmente agregar algunas cosas. Por un lado, veo positivo el hecho de que el señor Morales visite Perú ya que han pasado muchos años (desde el gobierno de Fujimori) sin que los mandatarios de los respectivos países intercambien impresiones. Desde el punto de vista diplomático, es muy importante que se estrechen los lazos nuevamente. Sin embargo, tal y como lo señalaron los diputados Giordano y Alonzo, estimo que es innecesario el gasto que se hará por llevar una comitiva de 35 personas. No hay motivos que lo justifiquen. Si se lleva a 35 personas el gasto para el país sería mucho más nocivo que los posibles beneficios que traería la visita oficial. Solamente, gracias.

Al final, el Presidente del Congreso decide que se ha discutido suficientemente el asunto y lo somete a votación. Otorgan el permiso 75 diputados y solo 8 votan en contra: el Presidente Morales tiene permiso para ausentarse del país.

Como imaginarán, lo relatado no sucedió en Guatemala. Según nuestra Constitución, el Presidente de la República no tiene que pedir permiso al Congreso para viajar, pero tiene que avisar quince días después de realizado, el motivo y los resultados que tuvo. El caso aquí relatado se basa en el sistema costarricense, donde sí se necesita un permiso expreso.

El propósito de este artículo era evidenciar uno de los múltiples mecanismos de control parlamentario que existen. Así como está el control para los viajes del Presidente, también hay otros mecanismos como las interpelaciones, citaciones, el tema del presupuesto, nombramientos, informes del presidente, el veto, las excitativas, etcétera.

En esta legislatura se ha hecho patente que los diputados –y la población en general- tienen la noción de que el Congreso es una fábrica de leyes, y no es así. El Congreso (representado en esta historia por Taracena) tiene varias funciones elementales. Y una de las principales en una sociedad democrática es la de hacer contrapesos a los demás organismos del estado, especialmente al Organismo Ejecutivo (representado en esta historia por Jimmy Morales). El Congreso, así como hace leyes, debe también vigilar las acciones Ejecutivo; sobre todo ahora que el Presidente ha dejado ver la poca asertividad que tiene para algunos temas.

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