La Red de Investigación Educativa Jesuita en Centroamérica –RIEJCA-, integrada por las universidades de la Compañía de Jesús –Universidad Rafael Landívar, Guatemala; Universidad Centroamericana, Nicaragua; Universidad Centroamericana “José Simeón Cañas”, El Salvador- y, la Fundación Fe y Alegría Centroamérica, se propuso contestar una pregunta general de investigación: ¿Cómo se configuraron los modelos de la calidad educativa en los procesos de reforma educativa en Centroamérica, a partir de las dinámicas y tensiones entre los modelos educativos y modelos de desarrollo?
Este fenómeno, el de la configuración de los modelos de la calidad educativa en Centroamérica, exhibe al menos cuatro tensiones entre matices nacionales y tendencias supranacionales que presentan retos teórico-metodológicos al estudio.
La primera tensión radica en el uso generalizado por parte de los organismos estatales encargados de la educación en Centroamérica del concepto de la calidad educativa, pero la falta de una explicación clara por país sobre el mismo. Esta dispersión puede dar lugar a diversas interpretaciones y prácticas oficiales sobre la calidad educativa, ya que no hay una sola forma de concebirla. Más bien es un concepto en pugna, donde visiones e intereses de diversos sectores se encuentran.
La segunda, la búsqueda por la consecución de la calidad de la educación se muestra con ahínco en las reformas educativas nacionales. Éstas se diseñan en medio de un contexto global que exigía a principios de los noventas, reorganizar los Estados (descentralización) los modelos económicos (neoliberalismo). Estas transformaciones económicas y políticas influyen en el contenido de las reformas educativas y, en las conceptualizaciones y prácticas de la calidad educativa.
Tercero, en Centroamérica estos procesos globales de reformas en lo económico, político y educativo, interactúan con procesos complicados de transición de Estados autoritarios a Estados “democráticos” (Torres-Rivas, 2008). Estas dinámicas condicionan el contenido de las reformas educativas, entre otras cosas, a través de la formación de un nuevo ciudadano de posguerra.
Cuarto, para comprender las luchas de poder en la selección de los contenidos educativos oficiales y la visión de la calidad educativa impulsada de forma tácita por las reformas a la educación, es menester entender las visiones, experiencias, intereses y dinámicas internas entre los diversos actores implicados en el diseño e implementación de las reformas educativas (gobierno, sindicatos, gremios empresariales, think tanks, organismos internacionales, etc.)
La estructuración de cualquier proceso vinculado a la educación nacional desborda las fronteras de los países que los impulsan, pues se relacionan con procesos globales e ideas y acciones de organismos internacionales sobre lo educativo, económico y político. Sin embargo, esto no significa que la tendencia mundial por impulsar la calidad de la educación se muestre de manera homogénea, a través de las mismas conceptualizaciones y prácticas en Centroamérica. Más bien estos procesos se configuran de forma distinta en cada país dadas sus características históricas y coyunturas nacionales.
Durante el año 2018 investigadores de los cuatro países harán estudios de caso longitudinales sobre el proceso de formación de una política educativa relacionada al impulso de la calidad de la educación, dentro del marco de la reforma realizada en su país. Entendiendo por política educativa, una posición oficial asumida por el Estado (Rizvi y Lingard, 2010; citado por Edwards, 2014); y por su proceso de construcción, la cronología que explica la entrada de un tema educativo a la agenda política y el proceso de estructuración del texto de la política educativa (Edwards, 2014). El tema central a analizar en esta particular investigación sería la calidad educativa, ya no como un término técnico y neutral, sino que como una categoría sociológica con carga ideológica.
Desentrañando estas tensiones, el objetivo de esta investigación es aportar al debate crítico, pero a su vez en la formulación de futuras políticas públicas en educación que atiendan de mejor forma los desafíos de la realidad socioeconómica de los países centroamericanos con respecto a mayor equidad y bienestar para todos sus habitantes, en especial para la juventud.