Por: Cris Figueroa
Con la ligereza de una libélula
te desprendiste de una flor blanca que te arrullaba,
soltaste todo lo que te amarraba
y te lanzaste hacia ese sueño
que desde hace mucho te llamaba.
Ahora es tu momento
de descubrir en otro mundo
lo que en ti nace
como un fuego
y se transforma
en un segundo.
Explora ese camino que se ha abierto
sin miedo a tropezarte con otros destinos.
Captura lo que te inspire
para enseñarle a los demás,
que todo es posible con una idea
y que esta historia no acaba,
solo toma una forma distinta
a la que imaginabas.
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