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José Ochoa/ Corresponsal/

Agobiado por una deuda económica –que para el primer trimestre de la temporada 2004/2005 era de 27.2 millones de euros- el Borussia Dortmund tenía un partido fuera de la cancha el cual era obligatorio ganar si quería seguir jugando al fútbol. El club, fundado el 19 de diciembre de 1909 en la ciudad de Dortmund, ubicada del norte de Westfalia, Alemania, vio cómo lo económico era capaz de superar a lo histórico. Ganó la Champions League en 1997 con cómoda victoria 3-1 sobre la Juventus y una liga en 2002, remontando en puntos al Bayer Leverkusen a falta de pocas fechas. Todo eso apenas dos años antes de estar al borde de la quiebra. Una crisis económica consecuencia de la engañosa práctica de fichar caro para formar un equipo que, si no se ganan competencias, se pierde dinero. Y mucho.

Si un club no genera ganancias, los trofeos en las vitrinas pasan a importar poco.

Ya en 2005, al club le era necesario un plan de saneamiento en sus estados financieros para evitar que a la cantidad en números rojos se le añadieran unos 68 millones de euros más a final de temporada. De no corregir, la deuda alcanzaría un total de 179.5 millones, equivalente al 79 por ciento del capital de los accionistas, y la quiebra.

Se modificó, entonces, la dinámica: evitar firmar jugadores de alto coste y contratar a jóvenes provenientes de las fuerzas básicas.

Junto al apoyo de los aficionados –una media de 80 mil asistentes por partido, la cantidad más alta en Europa-, un patrocinio de una agencia de seguros para cambiar el nombre del estadio de Westenfaldenstadion a Signal Iduna Park y hasta un préstamo de 2 millones del Bayern de Munich, el mayor rival en lo deportivo, para evitar la desaparición del Borussia.

Los años posteriores a ese tropiezo establecieron un ejemplo cuanto a modelo administrativo de un equipo de fútbol se refiere. En el 2012 las ganancias del Dortmund superaron los 100 millones de euros por segundo año consecutivo; más de 8 millones por conceptos de derechos televisivos,  6,5 por publicidad, y más de 6 gracias al mercadeo, dando un total de 124 millones en ganancias. Además, el club se cotiza en la bolsa de valores de Frankfurt.

Su éxito económico, por si fuera poco, también repercutió en lo deportivo.

Victoria en la Supercopa alemana en 2008, campeón de copa en 2011 y doblete de Bundesliga, en 2011 y 2012. Fruto también de otorgar la dirección técnica a Jürgen Klopp, quien con 45 años había hecho su nombre futbolístico en el Mainz, donde jugó como defensa central y luego lo dirigió en el banquillo por ocho años, llevándoles a jugar en la primera división. Una clasificación a la fase previa de la Copa UEFA y un descenso después, Klopp fue contratado por el Borussia Dortmund, luego de su breve paso como comentarista deportivo en televisión.

De nuevo en semifinales de Champions League donde enfrentarán al Real Madrid, el club de Westfalia –que no podrá hacer un triplete de liga al ser segundos detrás del Bayern de Munich-, ha superado ya en lo deportivo su gran trabajo administrativo. Con un equipo de buen trato de balón, rápidos pases, desmarques por las bandas y gol. El gran trabajo táctico, con figuras como Hummels, Reus, Götze y Lewandowski, hacen del Borussia Dortmund un club de fútbol, con todo lo que conlleva el concepto.

Ese bache entre 2004 y 2005 fue una liga que el club ganó con puntaje excelso –y en la que varios equipos compiten en la actualidad-, sinónimo de éxito y ejemplo para el deporte del balompié.

 

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