Muchos de los productos que adquirimos regularmente han sido elaborados o contienen aceite de palma: frituras, cereales, productos de panadería, margarina, comida precocinada, sopas, chocolates, champú, jabones y un largo etcétera; la lista es extensa. Hoy en día, es el aceite más utilizado a nivel mundial.

 

Su uso tan difundido ha desatado una ola de expansión del monocultivo. En nuestro país, se ha producido principalmente en la zona norte, en territorios con mayoría de población Q`eqchi’, en los departamentos de Alta Verapaz, sur de Petén e Izabal. Indudablemente, esta irrupción ha derivado en cambios y ha producido efectos adversos, en diferentes ámbitos, para las familias y comunidades locales. Uno de estos impactos se percibe en las dinámicas de empleo y en las condiciones laborales bajo las que son contratados los trabajadores de las comunidades (otrora propietarios de una buena porción de esas tierras), para las tareas agrícolas en las plantaciones de palma.

 

Inmerso en esta realidad, el Idies se encuentra en fase de finalización de un estudio que tiene como objetivo central identificar y evidenciar las condiciones laborales bajo las que operan los trabajadores en las plantaciones de palma de aceite. Esto incluye el análisis de los mecanismos de contratación, tipos y niveles de cobertura de prestaciones laborales y seguro social, modalidades de jornales, así como los salarios percibidos. A la vez, como temas íntimamente vinculados se abordan también aspectos relacionados con la tierra, tipos de aportes fiscales de las empresas y las relaciones de poder entre actores.

 

Además de ser transmisores de esta realidad, esperamos que el estudio aporte su cuota en el plano de la reflexión sobre algunas de las consecuencias que el modelo económico vigente tiene en nuestro país. Esperamos también que, como consumidores particulares, seamos conscientes del origen de los productos que adquirimos así como las implicaciones que, para las personas locales, tiene este consumo.

 

El planteamiento metodológico y de análisis se ha efectuado desde una mirada más humana, basada en escuchar las percepciones y vivencias de los propios actores de las comunidades y territorios en donde el monocultivo de palma se ha desarrollado. En tal sentido, hemos visitado alrededor de 26 comunidades situadas en las inmediaciones del monocultivo, hablando con mujeres y hombres de todas las edades, observando y palpando una realidad latente pero, a la vez, distante para muchos de nosotros.

Grupo focal comunitario en el municipio de Fray Bartolomé de las Casas, Alta Verapaz.

Una de las conclusiones principales derivadas del estudio se refiere al alto grado de incumplimiento de derechos laborales que enfrentan los trabajadores de la palma. Tal afirmación se sustenta en el estudio en campo, que permitió construir trece indicadores, basados en convenios internacionales y legislación nacional, de los cuales se verificó que nueve están en alerta roja por su bajo cumplimiento. Además, las condiciones laborales actuales permiten aseverar que los empleos ofrecidos por las empresas de palma se desenmarcan de la definición de trabajo decente postulado por la Organización Internacional del Trabajo (OIT).

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