José Andrés Ochoa/ Corresponsal/
“Hasta aquí”, dijeron los jeques a Roberto Mancini tres años después de contratarle. El técnico italiano fue despedido del Manchester City luego de perder la final de la FA Cup ante el ya equipo de segunda división, Wigan Athletic. En el club vecino, en cambio, el que decidió no seguir más fue Sir Alex Ferguson, que luego de 26 años ha elegido dejar su trabajo como entrenador de los “red devils”. Fue el “hasta aquí” en pocas palabras y con mejores sensaciones, como se despidió el estratega del Manchester United.
Y para Alex, que inició su trayecto en el fútbol como delantero en el Queens Park, el esfuerzo es una constante.
Con 16 años, edad con la que debutó en el club de su natal Govan, Glasgow, administraba su tiempo entre entrenamientos y anotar goles con su trabajo en uno de los astilleros de Clyde –uno de los ríos más importantes de Escocia-. Allí organizó un paro laboral que duró tres semanas, por el cual consiguió mejores salarios para sus colegas. Su padre, además, murió de cáncer no más de un año después de jubilarse. “Por eso –relata Ezequiel Fernández Moores- Sir Alex seguirá en Old Trafford hasta que los médicos, no el club, digan basta”. Lo dijo el domingo, en ese mismo estadio, ante sus jugadores, aficionados y directivos, a los 71 años de edad.
“Fergie” fue el primero de tres hijos del matrimonio entre Alex Beaton Ferguson y Elizabeth Hardie. Nació el 31 de diciembre de 1941. Desde entonces, escribe Javier Gómez, “el fútbol, la política, las carreras de caballo y el vino son, por este orden, las cuatro pasiones de Alex Ferguson”. Pues su padre, ayudante de chapista en la industria naútica, le llevó de la mano no solo a apasionarse del balompié sino también de la igualdad social. Sir Alex, además de técnico del United, también es miembro del Labour Party, el partido de los trabajadores de Inglaterra. “Mi otro equipo”, como le llama él.
Como buen sindicalista, entonces, no está acostumbrado a los fracasos.
Llegó a Old Trafford en 1986, luego de buenas temporadas en el Aberdeen de Escocia. El Manchester United no ganaba una liga desde 1967. Ferguson, con paciencia, sufrimiento y mucho trabajo, logró que tres años después de llegar al equipo red ganase la FA Cup. El resto es historia; 38 campeonatos obtenidos, para ser exactos.
Más allá de lo deportivo, que no es poco, lo de Alex trasciende a lo administrativo. La revista Forbes catalogó en 2013 al club inglés como el segundo mejor económicamente hablando. El equipo está valorado en $3,165 millones. Eso, consecuencia de la labor de manager de Ferguson, acostumbrado a pasar más de ocho horas en las centrales de la institución en Carrington para no dejar detalle al aire, e influyente al momento de las altas y bajas de jugadores. El United obtuvo 96 millones de euros, cifra récord, por la venta de Cristiano Ronaldo al Real Madrid, equipo que le supera en el ranquin de más adinerados.
Con esa imborrable huella, el socialista, escocés, delantero, técnico y abuelo dejará entonces el timonel del club. David Moyes, del Everton, le sustituiría. O intentará hacerlo, pues Ferguson, el Sir, The Boss, ya es un ícono del club. Un capítulo, el más grande, en la historia del Manchester United.