“Luna que me alumbró/ en mis noches de amor/ hoy consuelas mi pena/ por una morena/ que me abandonó…” Escuchar esa melodía tan familiar para nosotros los guatemaltecos, siendo interpretada en medio del parque municipal de Antigua Guatemala, ciudad declarada Patrimonio Mundial de la Humanidad, es para un extranjero, como estar en medio de un deleite cultural.

La escena recién descrita no fue imaginada sino real, una mañana de viernes de estos días de agosto; esos días en los cuales el sol decide tímidamente salir a calentar en medio de las abrumadoras nubes cargas del elemento vital. Mientras las melodías continuaban inundando las calles aledañas al parque municipal, rodeadas de personas altas, rubias y con acento extranjero, pensaba cuál es la percepción que estas personas se llevan de la ciudad antigüeña. Antigua Guatemala, una ciudad de por sí encantadora por su gente y su infraestructura colonial, es una de las ciudades en el país que más elementos y expresiones culturales ofrece a los guatemaltecos.

Conciertos, obras de teatro y exposiciones artísticas se encuentran siempre en la agenda cultural de Antigua, y no es casualidad que muchas veces los capitalinos decidan emprender el viaje de 45 minutos hasta la ciudad colonial únicamente para ser partícipe de una presentación artística, para luego tomarse un café y regresar a casa. En Ciudad de Guatemala también es posible encontrar agendas culturales muy interesantes, especialmente desde hace algunos años en que la municipalidad de la ciudad, las universidades y otros centros culturales le han brindado un fuerte impulso y realizado un esfuerzo por brindar a los guatemaltecos citadinos más opciones de entretenimiento que un simple centro comercial con carrouseles dentro.

Y como siempre, muchas veces el teatro lo encontramos en casa y no lo conocemos o no hemos tenido la oportunidad de acceder a él. Entramos y salimos de la Universidad como si fuera nuestra casa; ya conocemos todos los rincones de la U, podemos decir de memoria al menos dos platos de comida que ofrecen las cadenas de restaurantes de la Universidad, tenemos un lugar preferido para estacionar si llegamos temprano; e incluso, hasta tenemos periódicos digitales universitarios que nos llegan hasta la palma de la mano junto con el celular (¡no es propaganda gratuita!). Sin embargo, ¿realmente hemos ido alguna vez al teatro dentro de la Universidad?

Obras de teatro, conciertos, clubes de diferentes expresiones artísticas, galerías de arte e institutos de investigación dedicados a la danza y la música son opciones que la Universidad ofrece, y muchas veces no conocemos. En esta edición de Brújula decidimos hacer un recorrido por estos espacios landivarianos, esperando poder contribuir a la difusión de los mismos, y que como comunidad landivariana nos acerquemos cada vez más a ellos.

Los invitamos a ser curiosos y conocer qué más tiene la Universidad por ofrecernos, más allá de lo que vemos a primera vista. No caigamos nuevamente en el error de ir únicamente al “centro comercial” de las cadenas de restaurantes que nos ofrece el Campus Central; adentrémonos más en todas las actividades artísticas que se ofrecen en nuestra casa de estudios, y encontremos el teatro, y ¿por qué no?, el espacio para actuar, cantar y bailar en casa.

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