Brújula/
¿Dónde se guardan las lágrimas de enojo, tristeza e inconformidad? ¿Dónde se retoman las fuerzas para continuar una resistencia que después de dos años manifestándose pacíficamente frente a una empresa minera, encuentra rechazo de sus propios gobernantes? ¿Cómo y de quién acompañarse en esta lucha?
Bombas y gases lacrimógenos fueron lanzados el viernes 23 de mayo a los pobladores de la aldea La Puya en San José del Golfo, Guatemala, por parte de las fuerzas del Estado, con la finalidad de permitir el ingreso de maquinaria al proyecto minero Progreso VII Derivada, proyecto que desea extraer oro en dicho territorio. El conflicto minero en el país genera en la población guatemalteca muchos puntos de vista, opiniones y discusiones. Sin embargo, el tema de que la extracción de oro necesita del uso de mucha agua, es indiscutible. Y eso es precisamente lo que las personas de la resistencia pacífica de La Puya desean defender. Para ellos, la instalación de la mina provocará escasez de agua y contaminación de la misma para sus pobladores y otros lugares aledaños.
Un día después del desalojo, no es necesario hablar con las personas para percibir la indignación de sus heridas. La fuerza de su mirada proyecta la fortaleza para continuar resistiendo pacíficamente. A mayor represión, mayor resistencia es el ambiente que se percibe cuando se visita a los comunitarios organizados. Las lágrimas y el enojo se guardan, y de la indignación surgen las fuerzas para avanzar; de las injusticias, la búsqueda de justicia; de la defensa de la vida, la pérdida del temor a la muerte.
El editorial de esta semana lo dedicamos a la fuerza de la resistencia minera de La Puya. No deseamos hablar por ellos y ellas; deseamos entregar el espacio a las personas de la comunidad, darles la voz que muchos medios les silencian. ¿Por qué, a pesar de las heridas físicas, regresan un día después a defender y apoyar la resistencia pacífica?
Don Celestino, doña Felisa, don Álvaro y doña Evelia hablaron. Ellos son algunos de los rostros y voces de la resistencia pacífica.
María Palencia
Celestino Morales
Felicia Muralles
Álvaro Sandoval