El año electoral está cada vez más cerca.
¿Es posible encontrar similitudes entre el sistema político y el sistema económico?
¿Política y monopolio? Sí, la economía y la política congeniadas dan una mezcla interesante.
¿Se puede comparar a una empresa con un partido político? Al igual que existen barreras en la estructura de mercados también hay barreras burocráticas para la constitución de un partido político, una razón que quizá ha provocado un monopolio (sin tomar en cuenta la apatía) que dominan los partidos tradicionales.
Requisitos y trámites equiparados a restricciones en el mercado, como aranceles y más pago de impuestos, implican serios problemas para las empresas pequeñas; las restricciones significan más tiempo y mayor esfuerzo para expandirse en un comercio dominado por unos pocos, al cual es difícil entrar.
Me parece realmente interesante esta analogía. El congreso es el mercado, la pequeña empresa los comités por formación y/o partidos políticos en formación y las empresas que monopolizan el mercado son los actores de la llamada “vieja política”.
La analogía puede abordarse desde dos perspectivas: como un monopolio o como un oligopolio.
- En un monopolio solamente existe un abastecedor de un producto o servicio.
Vieja Política (partidos tradicionales) vs. Nueva Política post 2015 (partidos pro formación posteriores a 2015) que se preparan e intentan competir en las elecciones 2019.
- En un oligopolio el mercado es dominado por unos pocos que poseen la mayoría de la cuota de mercado de un producto o servicio.
Unos pocos partidos políticos que dominan en los principales puestos de poder o escaños en el Congreso, que forman alianzas en función de sus intereses y tratan de bloquear a la oposición.
Guatemala no es un caso aislado. Muchas de las llamadas democracias sufren de poca representatividad y participación de su ciudadanía. En varios casos existe un partido dominante, único o hegemónico que deja sin oportunidad de competencia a los grupos pequeños o contrarios.
Un caso concreto es la reciente victoria de Manuel López Obrador y del Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) ante el histórico Partido Revolucionario Institucional (PRI) que dominó en México por casi un siglo. Luego de muchos años del PRI en el poder, tanto en la presidencia, diputaciones y alcaldías Morena ganó las elecciones presidenciales y empezó un nuevo ciclo para la izquierda latinoamericana y la democracia en México, cerrando un ciclo y rompiendo con la hegemonía de un partido dominante.
La pregunta es: ¿Puede existir la competencia bajo un monopolio y sin un mercado? Aunque en el ámbito político la cuestión es diferente, resulta interesante la analogía con el ámbito económico.
El tipo ideal es una competencia perfecta. Para un mercado sano los individuos deben poder intercambiar sin barreras. En una competencia perfecta es necesaria la libre competencia y una economía donde todos tengan las mismas condiciones y oportunidades de participar en libertad.
En el ámbito político, para una democracia estable es necesario que toda la ciudadanía tenga acceso a participar libremente del ejercicio de sus derechos cívicos y políticos. Para un Congreso perfecto se necesita la representación de todos los sectores de la población. La renovación de cuadros, el involucramiento de jóvenes y más mujeres también es importante.
Dar espacio a nuevos participantes en la contienda para acabar con el monopolio de la política y hacer del sistema electoral un ambiente sano.
El año electoral se acerca y considero que como jóvenes tenemos un papel importante.
Por lo tanto debemos estar informados de las propuestas y pendientes de los procesos. El primer paso es empadronarse para tener el derecho a emitir sufragio. Pero también parte de ese proceso es conocer las reformas que se han llevado a cabo en la Ley Electoral y de Partidos Políticos, las iniciativas que se discuten en el Congreso para reformarla como el artículo que legisla el transfuguismo y la Unidad de Medios de Comunicación y Estudios de Opinión Pública del Tribunal Supremo Electoral.
Es importante conocer a fondo las propuestas de los partidos políticos existentes y de los partidos políticos en formación que surgen después de la crisis política de 2015 como una nueva forma de hacer política. En nosotros la ciudadanía está la decisión, aunque suene utópico. Insisto, es importante informarse, analizar las opciones y participar. ¡La ciudadanía activa consiste en estar atentos!
Saber de política es importante, aunque a muchos no les importe, porque la política condiciona toda nuestra vida y nuestra convivencia. La ciudad perversa nos encarcela, nos hace poco o nada libres; y la mala política-que obviamente incluye la política económica-nos empobrece.
Giovanni Sartori