El surgimiento de una pandemia puede traer consigo, consecuencias tan graves e impactantes como las de una post guerra, pues situaciones catastróficas y trascendentales como estas, son capaces de desestabilizar los sistemas económicos y con ello afectar el crecimiento de un país. En Guatemala, los principales efectos económicos de la pandemia no se han cuantificado; sin embargo, analistas y organizaciones empresariales han efectuado algunos estudios. Por ejemplo, investigaciones recientes del CACIF, estiman que la suspensión de actividades laborales y movilidad productiva, traerá consigo aproximadamente 407,000 desempleos.
No obstante, aunque noticias como estas demuestran un impacto negativo, también puede marcar una nueva oportunidad, ya que la necesidad de trabajo; ya sea por el sustento familiar o personal, para cubrir gastos educativos o simplemente para continuar con el desarrollo integral personal, ha motivado el surgimiento de nuevos emprendedores. Este emprendimiento se manifiesta en los trabajadores con ideas novedosas, que mantienen la esperanza de una reforma y mejoramiento del sistema económico guatemalteco.
De la mano con las herramientas que la tecnología ha brindado, sobresaliendo entre estas las redes sociales, muchos jóvenes han visto una oportunidad de crecimiento en medio de la necesidad y desempleo; pues han sido motivados para montar sus propios negocios. Gracias a su creatividad y habilidad, han conseguido no solo vender productos fabricados a mano desde su propia casa, sino que también han demostrado que el límite de la imaginación y oportunidades, podemos llegar a ser nosotros mismos. En otros tiempos y circunstancias, la comodidad y costumbre de cumplir siempre con la rutina y ajetreo, ocupaba la mayor parte del tiempo y lista de prioridades de cualquier agenda; se dejaba de lado y casi en el olvido el auto conocimiento y crecimiento del emprendedor interior que todo ser humano posee; impidiendo así, tomar riesgos, experimentar y poner en marcha un verdadero proyecto de vida.
Un aspecto importante que todo emprendedor no debe olvidar, son las regulaciones que deben ser acatadas cuando se ejerce una profesión o una actividad empresarial. En ese sentido, es necesario que todo emprendedor conozca, cumpla y aplique las normas, como la tributación y que de acuerdo a las características de su actividad o negocio, analice y seleccione el régimen tributario más apropiado para poder cumplir de forma oportuna con la regulación tributaria y al mismo tiempo optimizar sus recursos. Así, para incentivar este compromiso, recientemente autoridades de la Superintendencia de Administración Tributaria -SAT- hicieron pública la intención de implementar planes de control y fiscalización del comercio, por medios digitales. Se refieren a un plan de fiscalización de ventas en línea, que como ya se comentó, es una de las modalidades que los mismos emprendedores han adoptado.
Así pues, como muchas generaciones anteriores, los guatemaltecos hemos atravesado diferentes acontecimientos, unos más trascendentales que otros; pero sin duda, todos con una consecuencia de la cual emprender. Esto hace necesario que, sobre todo nosotros los jóvenes, tratemos de buscar la solución y superación no solo en el seguimiento de programas y planes, sino que en el fortalecimiento de nuestro valor de liderazgo y que con ayuda de nuestro ingenio y capacidad, ser nosotros los que propongamos una solución viable. Seamos agentes de cambio y reformadores del sistema afectado, pero que puede ser rescatado por los nuevos emprendedores.
Todo buen emprendedor sabe que ninguna idea es mala o buena, siempre y cuando promueva al cambio positivo, colectivo y reformador.
Seamos los nuevos emprendedores que Guatemala necesita.