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Karla Castillo/Corresponsal/

68 votos a favor y 32 en contra. Ese fue el resultado en el Senado de Estados Unidos respecto a la aprobación de la propuesta de reforma migratoria, la cual permitirá la legalización de 11 millones de indocumentados.

Todos hemos escuchado de los famosos “mojados” que se encuentran en Estados Unidos como ilegales.  Como jóvenes, muchas veces no le damos la importancia necesaria a este tema, es simplemente algo más que vemos en las noticias o que leemos de vez en cuando, siendo algo totalmente ajeno a nuestra vida cotidiana.  Los migrantes se cruzan en nuestra vida cuando nos enteramos de alguna trágica muerte en la frontera o bien, cuando escuchamos las bromas que se hacen de ellos en las series o películas “gringas”.

El sueño americano tan anhelado por algunos, se ha convertido muchas veces en la pesadilla americana.

Miles de personas, año con año buscan irse a “los Estados” – como suelen decirle – porque esperan obtener mejores condiciones de vida y mayores ingresos a los que ganarían si se quedaran en su país natal. Buscando este objetivo, emprenden el viaje, teniendo que atravesar distintas fronteras y finalmente la frontera México/Estados Unidos. El precio que deben pagar no es nada cómodo, ni en cuanto a dinero para el coyote ni en la travesía.  Deben superar muchos obstáculos en el camino con el fin de llegar a la meta: poner los pies en los U.S.A. Son pocas las personas que corren con mayor suerte y logran obtener una visa con la cual ingresan legalmente al país, aunque después  se queden en este más tiempo del que les fue autorizado. Al final, a pesar que muchos han logrado su objetivo, todos mantienen el temor a que alguna autoridad les pida sus documentos y no  puedan continuar enviando las remesas a sus familiares, así como la tristeza de saber que les es casi imposible regresar a abrazar en algún momento a sus seres queridos.

La reforma migratoria ofrece la posibilidad de obtener la ciudadanía a 11 millones de inmigrantes en situación irregular que se encuentran en Estados Unidos. Según estadísticas, en Estados Unidos radican 1.3 millones de guatemaltecos, de los cuales el 60% se encuentran de forma ilegal.

Desde la reelección del actual presidente de Estados Unidos, Barack Obama, la reforma migratoria ha sido una prioridad.  Millones de extranjeros viven con la constante amenaza de ser deportados y su legalización es urgente, contando por ello con el apoyo de líderes cívicos, empresarios, religiosos y sindicalistas que reclaman una solución permanente a lo que consideran una “crisis humanitaria”.

Los beneficios de la ley migratoria beneficiaría a todos aquellos que ingresaron a dicho país antes del 31 de diciembre del 2011, siempre que demuestren que han estado debidamente empleados, que no tengan antecedentes penales y pagar una multa de 500 dólares e impuestos atrasados. Esta designación tiene que renovarse después de 6 años (pagando otra multa de 500) y a los 10 años es posible obtener la residencia permanente (para ello deben demostrar haber permanecido en USA trabajando de manera continua, hablar el idioma inglés y pagar otra multa de mil dólares, de acuerdo con la Cancillería).

Asimismo se pretende implementar un “plan de refuerzo” que incluye 40 mil agentes fronterizos, la construcción de un muro en 1,126 km y vigilancia con aviones no tripulados y otro tipo de tecnología, teniendo todo ello un costo de un poco más de 30 mil millones de dólares. Este plan ha provocado que autoridades de Estado y ciudadanos se preocupen por velar que tal cantidad de dinero no se despilfarre o sea mal utilizada.

Vaya ganancia la que obtendrá el gobierno de Estados Unidos con el pago de las multas y los impuestos atrasados, ¿no creen?

Estados Unidos se beneficia enormemente, puesto que este ingreso representa un aumento en el flujo económico del país, asegurando la estabilidad financiera del mismo.  Me considero afortunada al haber tenido la oportunidad de viajar a Estados Unidos como turista e ir a disfrutar de comodidades y centros de entretenimiento. Sin embargo, todos aquellos que hemos tenido la oportunidad de visitar dicho país, sabemos -más que lo que podemos enterarnos por leer en las noticias o ver en la televisión-  que los migrantes o “indocumentados” constituyen la fuerza laboral, la “clase obrera” que día a día trabaja arduamente para que aquellos “nacionales” coman alimentos frescos en la mesa, bajo un techo, en una casa u oficina limpia con todas las facilidades a la mano.  Son los inmigrantes los agricultores, constructores, carpinteros y empelados del servicio doméstico del país.

Lo que ha sido aprobado hasta el momento en el Senado de Estados Unidos, siendo el análogo al Congreso de la República en nuestro país, es el proyecto de ley para realizar tales cambios en la legislación en materia migratoria; esto quiere decir que aún se está trabajando para emitir la Reforma Migratoria como tal. La ciudadanía tan anhelada por todos los indocumentados les ofrecería contar con los mismos beneficios que cualquier estadounidense ya que la “nacionalidad americana” (siendo la nacionalidad el vínculo jurídico que une a una persona con un Estado) – como también le llaman a su ciudadanía – es el estatus de una persona como miembro legal de los Estados Unidos, la cual le otorga obligaciones, derechos y privilegios en el país (aunque con algunas limitaciones para los migrantes, de acuerdo con el gobierno).

Se ha abierto la puerta para favorecer a una gran cantidad de personas que se encuentran de forma ilegal y esto es uno de los primeros pasos para mejorar la situación migratoria de muchos connacionales. Si todos somos seres humanos con igualdad reconocida de forma internacional, la ubicación geográfica en donde nacimos no debe ser una limitante para desarrollarnos y lograr una vida íntegra en un país distinto al cual somos originarios. A pesar de ello, el resto de países americanos, sobre todo los latinos, deben de tomar las medidas necesarias para mejorar las condiciones de empleo, seguridad, y educación en su propio país y así evitar que la mayoría de sus ciudadanos quiera emigrar, logrando con ello desarrollo en su propia región.

 

Fotografía: www.estudiosecumenicos.org.mx

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