Javier Rubio/ Opinión/
La elección de un voluntariado es una tarea relativamente fácil, con la facilidad que la tecnología nos brinda hoy en día se puede tener acceso en poco tiempo a la gran base de datos de voluntariados de nuestro país e inscribirse en uno; pero después de la inscripción hay un paso aún más importante y es, la persistencia dentro del voluntariado.
Las razones por las que una persona decide ingresar a un voluntariado son muchas y van desde querer construir una sociedad mejor hasta buscar pareja o simplemente “hacer curriculum”. Sea cual sea la razón, lo cierto es que siempre existe un porcentaje de voluntarios que desisten después de un tiempo por un número de razones igualmente grandes y variadas.
¿Por qué es tan importante la persistencia dentro del voluntariado?
El voluntariado es un compromiso a largo plazo; en países como Guatemala el voluntariado llega en muchas ocasiones a cubrir las carencias que por una u otra razón la sociedad tiene, ya sea la carencia de vivienda, la carencia de productos de primera necesidad o la carencia de una calidad humana en atención a las personas.
Cubrir estas carencias es difícil, en especial porque requieren de refuerzo y seguimiento constante para lograr un eficaz cumplimiento de las metas. Se el proyecto se deja a medias, la meta no podrá ser alcanzada. Por ello, se requiere ser constante y tener un compromiso en el voluntario, logrando que el proyecto prospere y continúe.
La persistencia es un factor clave, muchas personas independientemente de las razones por las cuales ingresan a un voluntariado, continúan después de mucho tiempo, esto se debe a que en el transcurso de su labor se han enamorado de la misión y han hecho contacto con los verdaderos ideales del voluntariado al cual pertenecen.
¿Por qué existen personas que aún enamoradas del voluntariado lo han dejado de lado?
Las personas somos seres complejos, intentar hacer una lista de todas las razones por las cuales una persona pierde el encanto por el voluntariado sería extremadamente difícil. Sin embargo, hay una razón en particular que a mi criterio es muy recurrente en muchas de las personas que conozco en este ámbito; esta razón es la imposibilidad de innovar la labor dentro del voluntariado.
La imposibilidad de innovar tu labor dentro del voluntariado
Muchas veces como personas dejamos caer nuestra labor en la rutina, lo cual causa un efecto desastroso en todos los niveles de nuestra vida, ya sea a nivel sentimental con nuestra pareja, nuestras amistades, en nuestros estudios y aún dentro del mismo voluntariado.
Lo cierto es que no todas las personas logran conservar la ilusión, los sueños y las promesas que en algún momento los hicieron ingresar a las filas de un voluntariado, han quedado estancadas dentro de la rutina y esto ha vuelto demasiado tediosa su labor voluntaria. Es importante tener presente que desde el momento en que se siente no poder aportar nada y que únicamente se actúa cual robot siguiendo los pasos de un protocolo pre establecido sin poder aportar, se pierde la visión de las cosas y con ello, la motivación. Y esto es mucho más peligroso en un voluntariado donde no recibes beneficios materiales a los cuales nuestra sociedad le da tanta importancia.
¿Qué hacer para innovar la labor de voluntariado?
Considero que la mejor manera para innovar la labor de voluntariado es tener un pensamiento creativo, muchas personas llevan en el voluntariado desde hace muchos años porque aman lo que hacen y jamás se aburren de lo que hacen.
Han encontrado una manera de innovar su labor, desde una convivencia con su grupo de trabajo, hasta tareas creativas y divertidas para integrar a todo el grupo de voluntariado. Naturalmente existen ciertas reglas que no pueden omitirse, ejemplo de esto son los voluntarios de Fábrica de Sonrisas a quienes no concibo en una visita sin su característica bata blanca y nariz roja, o los voluntarios de un Techo para mi País a quienes tampoco imagino en una jornada de construcción sin sus herramientas.
Fuera de las reglas básicas de cada voluntariado, se cuenta con un mundo basto para innovar. Proponer actividades de integración entre el grupo, actividades a desarrollar en el momento de realizar su labor, miles de ideas creativas y súper divertidas que todos llevamos por dentro y que deseamos explotar. Así que de ahora en adelante, cada día que se realice la labor como voluntario es importante reflexionar: ¿qué se podría hacer diferente y divertido para este día?