Sara Mux /
Todos y todas estamos consternadas por la noticia del día domingo 03 de junio. La explosión de flujos piroclásticos del Volcán de Fuego ubicado a entre el departamento de Sacatepéquez, Escuintla y Chimaltenango, había acabado con la vida de cientos de guatemaltecos de diferentes edades.
Hubo negligencia de parte de las autoridades competentes por no alertar a la población a tiempo para resguardarse. Sin embargo, también es importante resaltar por qué la gente se ha ubicado en las faldas del volcán y ha hecho su vida ahí siendo este un lugar peligroso por las constantes erupciones.
Existen varias razones, pero una de las principales es debido a la pobreza que Guatemala enfrenta.
Según la Encuesta Nacional de Condiciones de Vida del Instituto Nacional de Estadística, se registra que el 59.3 por ciento de los habitantes viven en condiciones de pobreza y pobreza extrema lo que refiere a más de 10 millones de habitantes. Estos datos corresponden mayoritariamente a la población indígena-rural.
La siguiente razón importante se debe a la desigual social en la que se vive. Los grandes empresarios que pertenecen a las familias que desde la invasión han mantenido sus privilegios e intereses sin estimar ningún tipo de riesgo han hecho de las suyas en este país. Según los estándares internacionales Guatemala se encuentra entre los 10 países del mundo con más desigualdad social, lo que refiere que en este país uno cuantos tienen todo, mientras que la gran mayoría tienen casi nada o nada. Según la Encuesta de Condiciones de Vida del año 2014 refiere que los ingresos del 1% de los guatemaltecos más ricos sumaban más que el total de ingresos del 42% de la población más pobre de Guatemala.
Por último, la falta del acceso a la tierra. Siendo este uno de los temas que mas controversia a causado en este país, ya que la población indígena y rural no cuentan con tierras propias y de buena ubicación, por lo que aún se sigue desarrollando en su máxima expresión el latifundio y minifundio. Tal es el ejemplo que a unos kilómetros donde las explosiones piroclásticas han acabado con la vida de la población, existen grandes extensiones de tierra que finqueros y empresarios se han apropiado.
Aún se pueden ir enumerando razones por lo que la gente que está ubicada en las faldas del volcán, no es porque quieran vivir ahí, si no que las mismas condiciones guatemaltecas las han hecho ubicarse en zonas de riesgo y peligro.
Y por si fuera poco, en este momento de crisis el Estado de Guatemala muestra ineptitud, nepotismo, incompetencia, corrupción, racismo y discriminación hacia estas poblaciones que han perdido todo, limitando los accesos a las ayudas, la solidaridad de entre las poblaciones, pero sobre todo no considerando la elaboración de un plan adecuado y pertinente para la reubicación de la población.
Es por eso necesario estar vigilantes ante el cumplimiento del verdadero papel del Estado en estos momentos, para evitar la utilización de la crisis para alimentar la corrupción e impunidad en este país.