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Verónica Magdalena Caxaj Sapón/ Totonicapán, Totonicapán/

Totonicapán es uno de los ocho municipios del departamento. El nombre original en idioma K´iche´ es Chuimekená, que significa “lugar sobre el agua caliente”, por la abundancia de aguas termales y sulfurosas que existen en sus alrededores. Es importante mencionar que el 98% de la población es Maya K´ich´e. El mismo se caracteriza por ser de los municipios en donde existe una organización comunitaria sostenible que vela por los interésese colectivos.

Debido al porcentaje de la población indígena que radica en el municipio, es imprescindible conocer aspectos sobre la  participación de la mujer indígena totonicapense y la importancia de la misma en la comunidad.  Para entender ello, es necesario conocer algunos términos que contribuirán a comprender de mejor manera  la política comunitaria como un espacio de participación de la mujer indígena.

Política”, en la mayoría de términos dados, significa la toma de decisiones de un individuo o cierto grupo para alcanzar objetivos que en algunas ocasiones repercuten de forma positiva o negativa en la población.  Los “espacios” son lugares o puestos en donde un individuo puede permanecer utilizándolo para fines positivos o negativos. La participación, por su parte, es la capacidad de un individuo profesional o no profesional de realizar acciones para beneficio colectivo, emitir criterios positivos y criticar con un enfoque de crecimiento.

Política” es un término general que se relaciona más a los partidos políticos, pero en esta ocasión se le dará un enfoque desde la perspectiva de  la autoridad comunal y el espacio de participación de la mujer indígena.

Al igual que un gobierno, se cuenta con una organización comunitaria y estructura de poder electa por toda las personas pertenecientes a la comunidad  (a diferencia del primero). Esto permite su legitimidad, puesto que toda la población los reconoce como autoridades y tienen la potestad de tomar decisiones en nombre de todos.

Entonces, es importante preguntarse “¿cómo ha sido la participación de la mujer indígena?” Si volteamos la mirada hacia el pasado nos daremos cuenta que no existía participación de la mujer, mucho menos de la mujer indígena. Esto se debió a varios factores socioculturales que en su momento mutilaron la participación de la mujer, tales como la discriminación  por el idioma materno, el hecho de ser mujer e indígena, el ser pobre y analfabeta aunado al temor a expresarse, y el machismo, cuyas secuelas son notorias en la actualidad,  aunque puede considerarse que ha disminuido en un porcentaje considerable.

Con el transcurrir de los años hemos visto distintos programas y proyectos impulsados por instituciones que se han trazado el objetivo de hacer despertar a la mujer indígena, hacerles saber que tiene derechos, obligaciones como personas y ciudadanas. Uno de los derechos más significativos es el derecho a la libre expresión del pensamiento, que les permite emitir esas ideas innovadoras que poseen.

Ahora bien, otra de las preguntas importantes es “¿en la actualidad cuál es la participación de la mujer?”  Podemos mencionar el caso de la vice-presidenta Roxana Baldetti, ella es la primera mujer que llega a ese puesto.   Totonicapán no ha sido la excepción, ya que la  participación de la mujer indígena ha sido activa en estos últimos tiempos, tal es el caso de la ex Presidenta de 48 Cantones Juana Tacam.

La mujer y las alcaldías comunitarias en Totonicapán

Partiendo de haber conocido en términos generales como ha sido la participación de la mujer indígena en años pasados, pasando por algunos cambios notorios  en la actualidad, veremos cómo es la participación de la mujer en las alcaldías comunitarias de Totonicapán, siendo este un modelo de gobierno comunitario.

La mujer indígena en la actualidad, tiene una participación protagónica en las alcaldías comunitarias siendo lideresas, parte de las directivas y  alcaldesas de las diferentes comunidades ejecutando su servicio comunitario. Así mismo se encuentran  inmersas en la actual Junta Directiva de los 48 Cantones, como se puede observar a mujeres jóvenes dirigiendo ONGS, organizaciones públicas, programas y proyectos que actualmente se ejecutan en Totonicapán y a nivel nacional.

La participación de toda persona, y en especial el de la mujer indígena, debe empezar por el servicio comunitario. Este espacio le permite conocer los problemas que en su comunidad se tienen, y que son semejantes a los del país: problemas de tierras, conflictos por agua, tala inmoderada de árboles, entre otros. Claramente, a una escala menor que los nacionales. Siempre se ha dicho que los cambios empiezan de forma individual, seguido por el espacio más cercano que los rodea, que en este caso es la comunidad.

La participación de las mujeres dentro de las alcaldías comunitarias, se refleja primero en los puestos que cada una de ellas ocupan dentro de las directivas de su comunidad -presidentas, tesoreras, secretarias de las distintas juntas de organización comunitaria que tiene el municipio-, que son espacios en donde existe toma de decisiones y donde ellas tienen voz y voto. Las alcaldías comunitarias son las primeras instancias a donde acude la población para resolver sus problemas personales, de tierras, de agua, etc.  Las autoridades comunitarias son los mediadores entre las personas en conflicto. Si en dado caso no se puede resolver, pasan a la Junta Directiva de 48 Cantones, que funciona como la organización máxima a nivel general.

El ya estar en estos puestos quiere decir que la mujer indígena tiene la capacidad de tomar decisiones positivas, viables y de cambio que repercutan de forma positiva en la población del municipio. Así mismo, ellas tienen un criterio objetivo de la realidad puesto que viven los problemas de los cuales, lamentablemente han sido parte.

Las alcaldías comunitarias son espacios para que estas mujeres puedan no solo representar a su comunidad, sino participar activamente en las distintas decisiones que realicen las mismas. También son un espacio para expresar ideas y generar proyectos, puesto que ellas tienen un conocimiento empírico  y ven la realidad de forma objetiva, desde una perspectiva integral.

La coyuntura presenta varios desafíos para las mujeres indígenas. Uno de ellos es poder tener un nivel de educación que le permita seguir abriendo puertas de participación. Si bien es cierto, esto no depende tanto de ellas, pues aunque quisieran darles educación a sus hijos  en su mayoría no se puede por la pobreza y falta de oportunidades de trabajo.

Por último el compromiso como joven y mujer indígena, es seguir luchando para que la participación de la mujer sea activa y no  solo representativa, a sabiendas que será difícil que obtengan un puesto alto pero no por eso vamos a dejar luchar. Una va creando los espacios, por eso  es importante romper con paradigmas y estereotipos que lo único que hacen es limitar la participación de la mujer.

Cintillo PLJ

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