José Mariano Díaz/ Colaboración/
“Somos la sustancia de la que están hechos los sueños y nuestra pequeña vida se circunscribe con un sueño”, es la línea que menciona el actor británico Kenneth Branagh, al interpretar al director de cine Laurence Olivier, en la película My Week With Marilyn. Una frase que puede significar mucho para quien se dedica a la realización cinematográfica.
Sí, muchas veces vemos sueños realizarse en la pantalla grande y todo parece un mundo de fantasía, quizás lo es en Hollywood, pero en Guatemala estar detrás de cámaras es un oficio que requiere vocación y mucho esfuerzo. Son pocos los que se animan a filmar en un país en el que no existe una industria y el cine no es un negocio. Y no es que en los países donde existe una industria cinematográfica sea fácil. De cualquier forma, si se cuenta con un buen presupuesto o no, el hacer cine es un oficio difícil. Eso sí, el contar con muchos fondos, hace que los directores no se limiten a realizar lo que su imaginación les diga, cosa que en Guatemala es casi imposible.
Es importante mencionar que sí es difícil hacer cine en Guatemala, mas no es imposible. Son diversas las razones por las cuales se dificulta realizar cine en nuestro país, estas se podrían resumir a culturales, sociales y económicas en parte.
José Oliva, productor audiovisual de varios cortometrajes, menciona que es difícil “porque no existe apoyo ni cultura de filmación en el país, el apoyo debe ser el otorgar permiso de filmar en lugares públicos”. Desde el aspecto cultural, es importante remarcar que los guatemaltecos no están acostumbrados a ver cine nacional y cuando hablan de este, lo califican como de mala calidad. Todo esto debido a que tampoco este arte ha tenido una exposición hacia el que debería ser su principal público, el pueblo de Guatemala; a pesar del auge que ha tenido en los últimos años.
Sin embargo, se realiza cine en Guatemala y muchas veces de buena calidad. Es más, según el blog Hacer Cine en Guatemala, para el año 2011 se habían contabilizado alrededor de 333 filmes producidos en el país (sin contar cientos de producciones caseras que no se registran la mayoría de veces). Es importante resaltar que tan solo en el 2013 se realizaron alrededor de cinco largometrajes guatemaltecos entre los que se puede mencionar 2+1, Donde Nace el Sol, 12 Segundos; además de un sinfín de cortometrajes.
Se pueden mencionar las razones sociales, ya que Guatemala vivió un período largo en el que el contexto socio-político implicaba el silencio de muchos, y quienes rompían dicho silencio, eran callados a la fuerza. La represión política hizo que no hubieran intentos de cine durante muchos años, haciendo que el desarrollo del cine en el país se viera estancado durante un largo tiempo. Fue hasta la década del noventa cuando con el largometraje “El Silencio de Neto”, se retoma el cine guatemalteco.
Quizás la principal causa que se presenta ante la dificultad para la realización cinematográfica en Guatemala, sea la economía. El dinero es lo que mueve a una producción (además de las ganas de hacer las cosas). El conseguir un financiamiento para cualquier proyecto, independientemente del cine, resulta muy difícil. El que no se tengan los recursos para hacer grandes producciones, con sets gigantes y una serie de efectos especiales a computadora, no significa que no se puedan contar buenas historias con poco.
Y es que en Guatemala el cine no es un negocio. “Si te ponés a pensar en un buen negocio, mejor salís corriendo y te volvés banquera o política. Cualquiera gana mejor que la gente que hace cine en Guatemala”, menciona la directora Ana Carlos en una entrevista con la “Revista D”. Es difícil ganar dinero con el cine debido a la falta de interés y apoyo al arte nacional, como comentaba Rodney Hernández, estudiante de la escuela de Cine y Televisión Casa Comal. El problema recae en que muchas veces se espera tener ganancias en taquilla, pero ante la falta de interés, la economía de los productores se ve afectada.
Sergio Ramírez cuenta en una entrevista para el diario Siglo XXI que: “Más que una carrera de velocidad u obstáculos, el cine es una carrera de resistencia, ya que uno como cineasta crea la historia, busca fondos para producirla, la filma, la presenta y nunca se despega de uno. Creo que ese es el concepto adecuado de cine de autor”.
Erick Gálvez, guionista y director, cuenta: “Hay muchos productores y cineastas de una sola película porque no vuelven por otra, debido a que quedaron mal económicamente”. Y es allí donde se estanca el cine guatemalteco. Los productores quieren hacer algo tan bueno que les exige mucho presupuesto, por lo que buscan distintas maneras de financiar su película, como con el “Product placement” de distintas marcas o patrocinios, y cuando este esfuerzo no resulta, son ellos mismos quienes terminan costeando todo.
Ley de Cine en Guatemala
Ante esta problemática la asociación AGACINE, se organizó para impulsar la iniciativa de la Ley de Cine en Guatemala. A grandes rasgos, lo que se plantea con esta ley es que el gobierno brinde una parte del presupuesto para que se desarrolle una industria cinematográfica en el país. Aunque no se ha aprobado nada y no se va algo concreto aún, se habla mucho del tema, son diversas las opiniones en torno a esta ley.
Erick Gálvez: “Creo que es importante la organización. Si se necesita una plataforma para exhibir pero no soy muy amigo de este tema de que todo te lo den porque sí. Es decir, porque estamos en un país donde se ven necesidades de salud y educación.
José Oliva: “La ley de cine debería buscar apoyar en los recursos de logística más allá de otorgar dinero”.
Rodney Hernández: “En Guatemala se logró construir algunos cortometrajes o algún movimiento de cierta forma, donde los cineastas con los recursos que contaban lograron generar cine y usando más que nada su creatividad. Quizás la ley aumentará la cantidad de material que vamos a tener”.
Cabe mencionar que dentro de las propuestas de la ley de cine, se plantea una asignación del 0.025% del presupuesto general de la nación. Esto puede favorecer a los cineastas, pero puede ser exagerado e innecesario el invertir cierta cantidad de dinero en arte, en un país donde los principales problemas son de salud, educación y seguridad. Es importante resaltar que el presupuesto 2014 es de un poco más de Q66 mil millones, de acuerdo con la nota publicada en Prensa Libre.
El cine es un medio muy importante de expresión, es un medio de denuncia social. Si se quiere una industria cinematográfica en el país, es importante la unidad entre todos los realizadores y apoyo de la gente en general. La tarea de un realizador cinematográfico no es fácil, pero demuestra que aunque el camino es difícil, los sueños pueden realizarse, por eso resalto la frase: “Somos la sustancia de la que están hechos los sueños y nuestra pequeña vida se circunscribe con un sueño”, es una oración que describe perfectamente el oficio de los que disfrutan de hacer cine.