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Lizbeth Gramajo / Colaboración /

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“Su opción por los pobres no era ideológica, sino evangélica”

Cardenal Amato,

23 de mayo de 2015

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Fui una de las más de 300 mil personas presentes en el acto de beatificación de Monseñor Romero el pasado sábado 23 de mayo en la capital salvadoreña. Junto a otros guatemaltecos y guatemaltecas viajamos desde el viernes para participar en la vigilia y amanecer junto al pueblo salvadoreño en este histórico día. Ni la constante lluvia del viernes, ni el fuerte sol del sábado fueron un impedimento para que pudiéramos, con inmensa alegría, ser testigos de este evento esperado desde 1997, año en que Monseñor Vicenzo Paglia postuló la causa de beatificación.

Monseñor Oscar Arnulfo Romero, arzobispo metropolitano de San Salvador, fue asesinado mientras oficiaba misa en la capilla del Hospital La Divina Providencia el 24 de marzo de 1980. A inicios de 2015, casi 35 años después de su asesinato, el pueblo salvadoreño y latinoamericano recibió con júbilo el mensaje del Papa Francisco que autorizaba promulgar el Decreto de la Congregación para las Causas de los Santos declarando a Monseñor Romero beato al reconocerlo como un “mártir por odio a la fe”.

Finalmente, el 23 de mayo se realizó enla Plaza Salvador del Mundo el esperado acto de beatificación.Colaboración-Romero-2

Destaco de esta jornada las palabras del Cardenal Angelo Amato, prefecto de la Congregación de la Causa de los Santos, quien en unahomilía de gran fuerza y contundencia destacó el papel que jugó Monseñor Romero en el momento histórico que atravesaba el vecino país. El Cardenal Amato afirmó que en Romero la opción por los pobres “no era ideológica, sino evangélica”, además destacó que “el martirio no fue la improvisación, sino que tuvo una larga preparación” y mientras sus perseguidores “han desaparecido en la sombra del olvido y de la muerte, la memoria de Romero -en cambio- continúa viva y dando consuelo a los pobres y marginados de la tierra.”

Las palabras del Cardenal Amato “Romero no es un símbolo de división sino de paz y concordia” coinciden con las del Papa Francisco “En tiempos de difícil convivencia, Monseñor Romero supo guiar, defender y proteger a su rebaño, permaneciendo fiel al Evangelio y en comunión con toda la Iglesia. Su ministerio se distinguió por una particular atención a los más pobres y marginados. Y en el momento de su muerte, mientras celebraba el Santo Sacrificio del amor y de la reconciliación, recibió la gracia de identificarse plenamente con Aquel que dio la vida por sus ovejas” (Mensaje del Papa Francisco leído por el arzobispo de San Salvador, José Luis Escobar Alas).

“Romero pertenece a la santidad de la Iglesia americana” (Cardenal Amato). Quedan ahora las puertas abiertas para continuar con el proceso de canonización de quien desde hace muchos años ha sido aclamado en todo el continente como “San Romero de América”.

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