Tecnología y Ciencia

Marlon Barrios / InCyTDe / marlon@incytde.org

Suena el despertador digital. Separa del cuerpo el poncho de lana. Abre los ojos y se sienta a la orilla de la cama de madera. Aún se percibe el aroma a laca y poliuretano. Se desviste de la pijama hecha con elastano y algodón. Calza pantuflas de algún polímero derivado del petróleo. Llega a la ducha. Cambia las pantuflas por unas yinas de hule natural, un verdadero tesoro en esta época de síntesis de materiales. Recientemente logró comprar un calentador de agua y abre la correspondiente llave cromada. Espera unos segundos. El agua tibia a presión empieza a resbalar por su cuerpo mientras el jabón, saponificado a partir de ácidos grasos y álcalis, inicia su función aséptica en la piel.

Reloj digital – creación iconoclasta de la tecnología electrónica

Sólo ha transcurrido un minuto desde que el despertador marcó la hora de levantarse y nuestro personaje ha estado inmerso en el mundo de la tecnología. La electrónica digital, electricidad, petroquímica, ingeniería textil, hidráulica, metalurgia, termodinámica, bioquímica y ciencias médicas le han acompañado en su amanecer. Literalmente se rodeó de tecnología en este primer minuto.

Todos utilizamos creaciones tecnológicas, las necesitamos y hasta las sentimos imprescindibles. Pero ¿de donde surgen? ¿qué conocimientos las sostienen? ¿quiénes las desarrollan?

El conocimiento tecnológico abarca desde los fundamentos cognitivos que sustentan los principios de interacción y modificación de la energía – materia, propios de una ciencia o técnica, hasta los conocimientos de frontera de las ciencias naturales y aplicadas. Por esta razón la recopilación y sistematización de los conocimientos pertenecientes a una tecnología implica esfuerzos propios del nivel educativo superior. Es decir, el desarrollo tecnológico se gesta en instituciones ligadas a universidades, empresas públicas o privadas de innovación y centros de investigación que muchas veces funcionan con el nombre de “Instituto”.

Las creaciones tecnológicas de uso cotidiano se desarrollan a partir de las ciencias naturales: física, química, biología y geología, que se expresan, para interactuar con la materia, mediante un lenguaje matemático. A partir de estas expresiones matemáticas se desarrollan técnicas, herramientas, maquinaria y sistemas de procesamiento y gestión de la materia. Por último se integran materiales y técnicas y, como resultado, se “inventa” un dispositivo tecnológico.

La secuencia simplificada es: ciencia – tecnología – innovación.

Para la gran mayoría de usuarios de creaciones tecnológicas, las ciencias naturales, física, química, geología, biología, y la matemática que las acompaña, son temáticas ajenas a su quehacer cotidiano. Por tanto, se podría llegar a desconocer la íntima relación entre estos saberes y los diversos aparaticos y servicios, desarrollados por alguna disciplina tecnológica, que hacen de la vida actual un asunto mas cómodo y placentero.[1]

He aquí que las instituciones de educación superior son claves para poder promover un sistema nacional que desarrolle tecnología.

Considerando una clasificación del Banco Mundial[2], Guatemala aún se encuentra en la fase de “inserción” al mundo de la tecnología. Durante esta fase la dinámica socio económica está despertando hacia un requerimiento de personal cualificado en áreas tecnológicas. Si los sectores económicos de producción y de servicios se encuentran poco sensibles en la aplicación de recursos tecnológicos, igual lo estará la PEA y la población estudiantil potencial.

Para impulsar esta fase de inserción, es necesario promover la formación profesional en ciencias básicas.

¿Qué tal una escuela de ciencias con presencia transversal en todas las facultades de alguna universidad?

Entonces cierra la ducha. Toma una toalla de algodón y se cubre con ella. Llega al lavamanos y busca un tomacorriente para alimentar las resistencias de hilo nicromo de su secadora de pelo. Unta con ceramidas su cabello. El aire caliente y un peine plástico alisan las largas y sedosas fibras de queratina. Continúan las cremas a base de biopolímeros, el maquillaje de color formado de polvos ultra finos separados mediante filtros electrostáticos; los aceites esenciales del Eau de Parfum, obtenidos por arrastre de vapor; las fibras sintéticas de la minifalda, las medias de nylon – lycra y el cuero de las botas.

Nylon – tecnología de polímeros
(En algún momento de su vida, miles de millones de mujeres sentirán y lucirán la tecnología del nylon en sus piernas)

http://sp.rian.ru/infografia/20120221/152743294.html

Segunda inserción en la tecnología. Los mismos principios. Física, química, matemática y técnicas especializadas se integran, en creaciones tecnológicas, para facilitar el arreglo personal, el flirteo y hasta la seducción del final de la tarde.

El olor a cerámica caliente de la estufa, un material conductor y un refractario del calor, una resistencia al rojo blanco, las agujas del contador de energía que empiezan a circular mas rápido. Escapa un aire frío del congelador, espera encontrar algo de leche pasteurizada y deslactosada, está consciente de su deficiencia de lactasa. Un vaso de sílice cocinado a cientos de grados celcius recibe el blanco líquido. Bebe mientras observa su adquisición de la tarde anterior, una Spyderco de hoja de acero inoxidable y cacha de fibra de vidrio – epóxico G10 está lista para incorporarse a su bolso. La seguridad es un asunto cotidiano.

Spyderco Dodo – metalurgia – tecnología del sílice y epóxicos termoestables

http://www.spyderco.com/catalog/details.php?product=724

Tercera inserción en la tecnología cotidiana. Y así, sucesivamente…

¿Estamos exentos de la tecnología? ¿Qué dependencias geopolíticas me impone? ¿Quién se beneficia de estas dependencias? ¿Me afectará mi interés o indiferencia hacia la tecnología y sus fundamentos?


[1] En la saga de tecnología se abordan los temas: definición de tecnología, ciencias naturales y tecnología, educación y tecnología, y adopción – difusión de la tecnología.

[2] Banco Mundial. Cerrando la brecha entre educación y tecnología. 2005.

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