revolver

Diego Alburez Gutiérrez/ Asociación Tik Naoj/ Opinión/

Guatemala ha atravesado varios conflictos armados desde que el territorio se desligó de España. Esto quiere decir que diversos sectores se han sublevado buscando controlar el Estado, pero también implica que el Estado se ha conformado alrededor de la violencia: históricamente, la violencia ha sido fundamental para el desarrollo de nuestros gobiernos.

Aunque esto cambió con la “era democrática”, iniciada con la elección de Vinicio Cerezo en 1986, restos de este pensamiento agresivo perduran hasta la fecha.

¿Cómo así?

Me refiero a que nuestros gobiernos tradicionalmente han optado por soluciones armadas a problemas no necesariamente violentos. Un líder estudiantil inquieta a los patrones: muerte; un grupo de campesinos toma una embajada en protesta: muerte. Durante el conflicto armado, esta actitud se vio correspondida por actitudes igualmente violentas de parte de grupos de extrema derecha (escuadrones de la muerte) y de extrema izquierda (grupos guerrilleros).

¿Y eso, qué?

Esta forma de “resolver” problemas, llevó a la eliminación de cientos de miles de personas durante la guerra en el país. También influyó en el comportamiento de los guatemaltecos, sobre todo de las generaciones que vivieron los horrores de estas dictaduras. Recordarán algunos lectores que en la ciudad de Guatemala hasta hace poco era una actividad común de los jóvenes salir a golpear a gente a las calles, sobre todo a miembros de otros grupos. Además, ¿cuál es nuestra primera reacción cuando capturan a un ladrón, a un secuestrador? “¡Qué lo maten, qué lo violen, qué lo descuarticen!” Todas estas prácticas eran comunes durante la guerra, ¡pero ya no hay necesidad de ellas en estos tiempos!

¿Entonces…?

Pues, reconocer esto tiene implicaciones grandes. Nos recuerda que debemos evitar, por todos los medios posibles, regresar a las prácticas negativas del pasado. Los gobiernos militares acabaron en 1985, pero muchos siguen creyendo que la única forma de “arreglar” Guatemala es volviendo a tener dictadores, o usando los métodos violentos de antes. Nuestros padres y abuelos nacieron en una época en la que hablar libremente era aún más difícil de lo que es hoy. Sus opiniones se formaron a partir de sus experiencias en regímenes autoritarios.

La juventud actual nació en la era democrática, y, por lo tanto, tiene la difícil tarea de imaginar nuevas formas de relacionarnos y convivir.

aguila

Para finalizar, usaré una imagen. El Kot es un motivo textil guatemalteco,un águila que ve hacia adelante con un rostro, y hacia atrás con el otro. ¡Sean como el Kot! Tengan un rostro vuelto hacia el futuro y el otro fijo en el pasado. No debemos olvidar el pasado porque nos ayuda a entender por qué las cosas son como son ahora. No debemos olvidarlo porque nos ayuda a ver en el futuro un panorama más prometedor para todos.

 

 

 

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