Magda García von Hoegen
Instituto de Estudios Humanísticos

La sopa viene congelada, como la acostumbrada comida rápida de supermercado en Estados Unidos, un poco insípida y sin alma… La pipa contiene tabaco excesivamente procesado, casi ni es tabaco. Ambos vienen empacados elegantemente. ¿Quién los compra?

Nadie hubiera podido crear un mejor nombre para esta iniciativa de ley: SOPA (Stop Online Piracy Act), propuesta en octubre del 2011 por Lamar Smith, Presidente del Comité Judicial de la Cámara de Representantes de Estados Unidos. Y digo esto, porque una vez más las y los latinoamericanos nadamos en un caldo espeso, cuyo ingrediente más importante es la contraposición de intereses de quienes ejercen poder en este país que aún interviene en el destino de nuestras naciones.

Por un lado, la industria cinematográfica, discográfica y ¡hasta farmacéutica! Del otro lado, las grandes plataformas de Internet… y en medio… usted y yo, quienes seguramente terminaremos con estragos estomacales si tomamos ese líquido enrarecido.

Ante la explosión de la noticia, quise indagar en las posiciones a favor y en contra para determinar cuál será nuestro lugar en el mundo, se apruebe o no dicha ley, cuyo aparente propósito es ejecutar medidas en contra de la piratería y velar por los derechos de autor.

Este tipo de iniciativas tiene antecedentes como la ley propuesta por el Ex Primer Ministro, Silvio Berlusconi, en Italia; ley “Sindes” en España, ley “Lleras” en Colombia, ley “Hadopi” en Francia. Todos ellos, países que tienen relaciones comerciales con Estados Unidos.

Existe otra propuesta de ley, denominada ACTA (Anti Counterfeiting Trade Agreement o Acuerdo Contra la Falsificación Comercial) que es fuertemente criticada por un grupo que se hace llamar “Anonymus” el cual ha protestado en otras ocasiones ante diversas situaciones mundiales a través del bloqueo de páginas web.

Según Europa press, La ley SOPA y PIPA (Protección a la Propiedad Intelectual), van de la mano y pretenden que exista la emisión de órdenes judiciales en contra de sitios digitales y personas que difundan o roben cualquier material protegido con derechos de autor. Esto queda en un terreno ambiguo. Ante ello, si comparto en mi Facebook una canción con un amigo, ¿puedo ir a la cárcel? Si una madre publica en You toube un video donde su hija baila una canción de Shakira, ¿irá presa por un período que según los promotores de esta ley puede oscilar entre 6 meses y 5 años? O por escribir en este momento el nombre de “Shakira”, ¿también corro peligro de ir a juicio porque es un nombre protegido con derecho de autor?

Conocemos la gran controversia que existe al respecto, a tal punto que el Congreso de los Estados Unidos decidió por el momento “congelar la sopa”. Un consuelo sí tenemos: para que nos demos cuenta que no solo aquí los políticos asumen compromisos con los grandes intereses económicos, cito el ejemplo de que Hollywood amenazó con retirar sus donaciones para la campaña de reelección de Obama, pues cometió la osadía de manifestar que no apoyaría ninguna ley que fuera en contra de la libertad de expresión.

¿Qué relación tiene la libertad de expresión con la protección del derecho de autor? Según los opositores, que una ley ambigua puede dar lugar a interpretaciones erróneas y en caso de aprobarse, el gobierno tendrá la potestad de bloquear el acceso a sitios de Internet sin llevar a cabo procesos legales. Por otra parte, los proveedores de servicio de internet (ISP) estarán obligados a vigilar estrictamente a las y los usuarios, para lo cual tendrán acceso a todos sus movimientos en la red.

Parece ser que al mínimo error considerado arbitrariamente como violación a los derechos de autor estaríamos, si bien nos va, en la obligación de pagar multas o en el peor de los casos, ir a la cárcel. Dichas acciones permitirán confiscar dominios digitales, cancelar cuentas bancarias, eliminar enlaces… en fin… el colapso de la red como hoy la conocemos.
¿Estamos asistiendo al nacimiento de una especie de “santa inquisición digital”? ¿Un intento solapado de censurar un medio que se ha escapado hasta el momento de seguir una línea editorial?

Continuará…

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