Carlos-Ivan-Debate-1

Carlos Iván Cobos / Opinión /

*En respuesta a Martin Berganza con: Soy Martín y votaré nulo.

Estamos a tres días de las elecciones y me preocupa gravemente que aún hay personas que tienen la mentalidad de que el no ir a votar, votar por el menos peor o más aun votar nulo, sea un cambio significativo para nuestro país. Es más, están tan convencidos que con eso se hará un giro de 360 grados ante la coyuntura del sistema que vive hoy día nuestra Guatemala.

Martin Berganza totalmente con tu postura de estar enojado, indignado, traicionado ante esta crisis que está pasando nuestro país, de hecho todos lo estamos y esto nos ha unido más como ciudadanía, pero entonces no desperdiciemos nuestra oportunidad de que con nuestro voto -este 6 de septiembre- podamos sacar a las “ratas” de su ratonera, atendiendo el principio del costo de oportunidad. El votar nulo no solo implica gastar tu tiempo -que creo que es más valioso- y dinero tirado a la alcantarilla, si no ahorrémosle 6 millones de quetzales al Tribunal Supremo Electoral y que por medio de sorteo o tómbola se escojan a los candidatos y que los mismos que nos mal gobiernan hoy nos sigan gobernando durante toda nuestra vida.

Te mostraré un panorama de lo que sucedería si llegan a votar nulo, estudio realizado por la organización Levantemos la Voz.

Sobre una base de 100 votos brutos, imaginemos que, al final del escrutinio de la primera vuelta, el resultado es éste:

Candidato A: 48 votos.

Candidato B: 22 votos.

Candidato C: 10 votos.

Candidato D: 10 votos.

Votos blancos y nulos: 10 votos.

Total de votos: 100, de los cuales 90 válidos y 10 nulos/blancos.

Muchos pensarán así: «voté en blanco e hice saber mi inconformidad; además, esos 48 de A no le alcanzan para ser Presidente. Tiene que haber segunda vuelta.

Luego, en la noche, mira los resultados en las noticias y resulta que:

El candidato A obtuvo, en efecto, 48 votos, que sobre una base de 100, menos de los requeridos para ganar en primera vuelta (se necesita más del 50%). Pero esto no fue así, los votos nulos/blancos no son tomados en cuenta para el cómputo de votos; por tanto, los 48 votos del candidato A no representan el 48%, sino el 53,33 %, ya que los porcentajes asignados a cada candidato se calcularán sobre la base de 90 votos (válidos) y no sobre 100 (totales). Los diez votos nulos/blancos resultaron un total y absoluto desperdicio.

Y eso es en la primera vuelta, en la segunda vuelta supongamos el siguiente escenario:

La buena voluntad de la personas que sí votó responsablemente no fue suficiente A y a B pasan a segunda vuelta.

Imaginemos que, al final del escrutinio de la segunda vuelta, el resultado es:

Candidato A: 4 votos.

Candidato B: 5 votos.

Nulos/Blanco: 91 votos

Nueve de cada diez personas votaron en blanco/nulo para manifestar su inconformidad con los candidatos elegidos para disputar la segunda vuelta.

Con apenas el 5% de los votos totales, el candidato vencedor es B. ¿Por qué?: De 100 emitidos, 5 votos representan el 55,55% de los votos válidos, es decir, más de la mitad, y se ha convertido con ello en el nuevo Presidente de la República de Guatemala. Imagínate que el candidato B es el candidato rojo ¿que tendríamos? Pues como vos decís una probable tiranía cleptocrática del señor Baldizón.

El voto blanco masivo es una muestra estoica de la inconformidad ciudadana. Pero Guatemala no es un país con cultura cívica.

Pero ahora veamos este otro ejemplo, un panorama en donde todos los guatemaltecos se informen, lean cada plan de gobierno, lean sobre su vida, sus inicios, -incluyendo al interior del país- para que las elecciones sean más reñidas, no habiendo abstencionismo, blancos o nulos y suceda esto:

Candidato A: 25%.

Candidato B: 20%.

Candidato C: 23%.

Candidato D: 22%.

Resto de candidatos: 5%.

Total: 100%.

Habría sido un resultado mucho más reñido y no nos hubiera obligando a elegir, en segunda vuelta a quien no queríamos.

Recordemos que nosotros los ciudadanos les damos el trabajo a los candidatos, o sea esto quiere decir que nosotros mismos los sentamos en su curul, en sus sillas ministeriales, en las alcaldías o en la alta magistratura, entonces así como nosotros los ponemos en el poder, nosotros quitémoslo de ahí con nuestra decisión. Es simple, en las elecciones nos vemos la cara con esos dinosaurios que solo hacen de la democracia en un día de shopping.

Hago una objeción cuando decís que “el no avalar el sistema político e ir a votar nulo pero participar en política”, es una total paradoja, es como ir a una fiesta y que vos la hayas organizado pero no te dejen entrar por no llevar la entrada para participar en el mismo, recordá que la coyuntura de este año es de un partido que nos prometió mano dura, cabeza y corazón, que se llevó el premio mayor. Y del partido rojo y del verde, por estar violentando nuestras leyes constantemente, pero aún hay partidos que se salvan, como vos decís Guatemala despertó, el salir a marchar semana tras semana se convirtió en un ejercicio ciudadano para mostrar nuestra inconformidad y rechazo total ante la crisis.

Ahora vamos a demostrar que no estuvimos en vano esos días y con nuestro voto hagamos que Guatemala haga florecer su primavera, ¡Guatemala tu nombre inmortal!

Imagen

Compartir